3- SEMANAS DESPUES

33 2 0
                                    

Varias semanas habían pasado desde que Leo y Max llegaron a la cabaña. El tiempo parecía desvanecerse sin un medidor claro. Leo seguía entusiasmado con su libro, avanzando con ideas frescas y nuevos giros en la trama, mientras Max comenzaba a sentir el peso del aburrimiento. Aunque había aceptado ir para hacerle compañía a su amigo, el hecho de no tener un propósito definido lo estaba haciendo cuestionar su decisión de permanecer allí.

Una mañana, Max decidió buscar su cámara para distraerse un poco. Mientras Leo se sumergía en su escritura, Max salió a explorar los alrededores, con la esperanza de capturar algunas buenas fotos del paisaje que los rodeaba. A medida que caminaba por el campo, deteniéndose para ajustar la cámara y encontrar el ángulo perfecto, se dio cuenta de que en el estuche de la cámara habia algo medio olvidado.

Al abrirlo, se encontró con un porro que había armado quien sabe cuando. Lo guardó en el bolsillo, pensando en compartirlo con Leo más tarde. Pasó varias horas tomando fotos de los caballos, las aves, el paisaje y otros detalles que le llamaban la atención. Se sintió un poco más animado con la distracción.

Cuando volvió a la cabaña, Leo estaba tomando un descanso, estirándose y revisando algunas de las páginas de su libro. Max, con la cámara al hombro y una sonrisa en el rostro, le mostró las fotos que había tomado.

-¡Wow! Estas son increíbles, Max. Eres un gran fotógrafo -respondió Leo, asombrado por la calidad de las imágenes-. Deberías ser el fotógrafo de la portada de mi libro. Lo que tienes aquí es perfecto.

Max se sonrojó ligeramente por el cumplido, pero se sintió satisfecho al ver el aprecio de su amigo, ya que el artista no era el, Sin embargo, mientras Leo seguía pasando las fotos, se topó con algunas viejas imágenes que Max había tomado antes.

-Espera un segundo... ¿Qué es esto? preguntó Leo, levantando una ceja y mirando a Max con asombro.

Estas fotos eran de Max desnudo, algunas en actos íntimos con chicas. Leo se sorprendió al ver el contenido explícito.

Max se puso nervioso de inmediato, intentando mantener la calma.

-Oh, esas son fotos, le quito la camara de las manos, so viejas, de alguna fiesta, ya sabes. No sabia que estaban guardadas. Solo estaba experimentando con mi fotografía -dijo Max, forzando una sonrisa mientras trataba de desviar la atención.

Leo se rió, rompiendo el hielo.

-Bueno, eso sí que no me lo esperaba. ¿A quién se le ocurre sacar fotos drogado mientras esnifa coca de las tetas de una chica? Haciendo referencia a una de las fotos -bromeó Leo-. ¡Definitivamente no las habías mostrado antes!

-Sí, no es como si fuera un experto en esto. Solo tomé esas fotos para divertirme -respondió Max-. Y en realidad, nisiquera me acordaba que las habia tomado.

Leo sacudió la cabeza con una sonrisa.

-No, no te preocupes. Solo fue una sorpresa. No es algo que esperara ver aquí en medio de la nada.

Ambos se rieron, la tensión en el aire disipándose con la risa. Max se levantó para sacar el porro que había encontrado.

-Oye, ¿quieres relajarte un poco? - dijo Max, sacando el porro con una expresión traviesa.

Leo asintió, aceptando la oferta con entusiasmo.

-¡Claro! Siempre es bueno relajarse un poco. Vamos a hacerlo.

Se acomodaron en la pequeña sala de estar, encendiendo el porro y compartiéndolo mientras charlaban. El ambiente se volvió más relajado y distendido a medida que el humo Ilenaba el aire. Las bromas entre amigos y la falta de estimulos comenzaban a tener un efecto en ambos. Las conversaciones se volvían más íntimas y suelta, y una ligera excitación comenzó a filtrarse entre ellos.

TENTACION FORZADA [+18] BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora