Durante la clase de Historia la maestra decide poner a prueba un experimento, observa a Limón y su capacidad de mantener en orden al salón, tiene la habilidad de siempre poner a todos en su lugar sin que nadie la cuestione, todos excepto...
—¡Ve a tu lugar Guerra!— Exclama Limón señalando a Paiza quien se encontraba hablando con Marban y Carlos al otro extremo del salón donde se encontraba su asiento.
—Estoy hablando con los chicos, no estoy matando a nadie.— Responde Paiza molesto yendo a su asiento.
—¿No te puedes quedar callado y solo hacer lo que te pido?— Pregunta Limón ofendida.
—Bueno, también sería feliz si te callaras, pero no todos podemos tener lo que queremos.— Paiza entra en razón de que pensó en voz alta y corre asustado a su asiento antes de que Limón coloque otro reporte en su libreta (llena de reportes de Paiza).
La maestra de historia entra al salón para dar su respectiva clase, no sin antes anunciar que le gustaría poner a alguien a cargo únicamente en sus clases, fuera de la ley de Limón.
—Pido voluntarios.— Dice la maestra mostrando su libreta de reportes. —¿Alguien interesado?—
Paiza alza la mano, no solo para retar a Limón, sino que también lo hace porque le gusta el poder, la maestra acepta y pone a carga a Paiza durante sus clases.
—¿Qué haces?— Pregunta Sol asustada. —Solo la harás enojar, se desquitará en las demás clases.—
—Yo admiro tu iniciativa, ya es hora de que alguien ponga a esa presumida en su lugar.— Interrumpe Helen. —Yo soy subjefa y no me deja hacer nada.—
—Genial, ustedes pueden ayudarme a tener el control.— Responde Paiza emocionando.
La maestra deja una actividad al terminar de explicar, ella sale un momento e inmediatamente todos comienzan a salirse de sus lugares al no tener el control de Limón.
—¡Todos vuelvan a sus lugares!— Exclama Paiza intentando calmar la situación.
—Amigo relájate, no te alteres.— Responde Marban confiado de que Paiza será flexible con sus amigos, pero no sabía lo equivocado que estaba porque es el primero en ser anotado en la libreta de reportes.
La maestra regresa al salón, observa a Marban anotado en la libreta y le deja de tarea hacer una plana de "No debo hablar en clase" por lo que todos comienzan a temerle a la libreta.
Al día siguiente vuelve a tocar la clase de historia, Paiza se divierte con sus amigos pero cuando ve llegar a la maestra su personalidad cambia radicalmente, todos están serios y concentrados, Helen y Sol ayudan a Paiza a estar al pendiente de lo que sucede en el salón, Carlos se levanta a tirar basura pero también es anotado. Ricardo, uno de los chicos más queridos por las chicas del salón le arroja una mochila a Paiza, ganándose una anotación en la libreta y por consiguiente suspensión temporal.
—¿No crees que te estás pasando un poco?— Pregunta Helen viendo a tantos anotados.
—Yo sabré cuando me esté pasando.— Responde Paiza indiferente.
El timbre para salir a receso suena y todos salen aliviados de que la clase de historia terminó, los minutos pasan y todos regresan al salón, Paiza regresa para acomodar sus cosas cuando se da cuenta de que la libreta de reportes no está.
—¿Dónde diablos está?— Pregunta Paiza preocupado.
Buscan por todas partes, en cada mochila aunque Limón se ponga a la defensiva, en cada salón aunque Marina sólo se esté burlando, en cada parte de la escuela sin éxito, la maestra de historia llega al salón decepcionada por encontrar la libreta de reportes en el baño de mujeres, le quita el cargo a Paiza y se va a otro salón a dar su clase.
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Cómic
HumorPaiza es un chico común de secundaria, solo se preocupa por cosas simples de la pubertad como enamorarse o tener amigos, pero sin darse cuenta se meterá en aventuras absurdas y extrañas, tan irreales como si se tratara de una historia de ficción.