El pequeño incidente

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Capítulo 9


Y si, Calvin tenía razón, esta noche iba a ser muy larga para los dos. Por ese motivo decidí no dirigirle la palabra, ni mirarle. Aunque eso era muy difícil ya que era muy guapo, la verdad. Tenía que pensar en otra cosa, Calvin era, aunque no lo quisiera, mi hermanastro y no podía pensar que mi hermanastro esta bueno, aunque sea verdad.

Comí la mitad de la pizza y mi cuerpo me pedía por favor que parara. Cogí el vaso y me lo lleve a la boca bebiendo la gran parte del agua. Suspire cuando decidí parar de comer. Calvin me miro y sonrió, una sonrisa que acabo en risas. Puse los ojos en blanco, cada vez odiaba más a Calvin. Y al fin hable:

-Divertido, ¿no?- dije con el rostro serio.

-Mucho. ¿Sabes?, es impresionante que solo puedas comer eso.- dijo riéndose.

-Podría comer más si quisiera-

-Pero no lo haces porque tienes miedo de perder tu figura, ¿no?-

Odiaba cómo los tíos utilizaban alegatos de mierda que escuchaban en las películas para hacerse los graciosos sin tener la menor idea de lo que significaban la mayor parte de esas frases. 

-Calvin , ¿ crees en serio que él físico lo es todo para nosotras?- 

- He de decir que la impresión que das a primera vista es la de una chica obsesionada con su apariencia- se acerca más a mí apoyando su cabeza en su mano cerrada- ¿me estoy equivocando?-

-De una manera espectacular, querido. No me conoces y solo utilizas lo primero que se te paso por la cabeza cuando me viste para intentar dejarme en mal lugar-

-Dices que no te conozco, que es verdad, pero también te atreves a hablar de mi como si tu lo hicieras-

Eso me hizo pensar y el se volvió a reír. No podía quedarme así, yo siempre salia ganando y esta no seria una excepción.

-A diferencia de ti yo se descifrar a la gente, veremos si tu y tu cerebro tamaño almendra consiguen descifrarme-

Me acerco más a él y este aparta su mano deseando su gran sonrisa. Sus ojos se fijan en mis labios, cada vez más cerca de los suyos. Mi mano se fue acercando a su cara lentamente. Calvin ya no se percataba de lo que pasaba a su alrededor, solo miraba a mis labios fijamente con ansia. De un momento para otro me aparto y le muestro delante de sus ojos mi dedo corazón. 

-Espero que te haya gustado, princeso-

Y después de decir mis ultimas palabras cogí mis cosas y me fui, dejando a Calvin estático.

Ordene las cosas y me prepare un café solo. Desgraciadamente Calvin también había acabado, pero el simplemete dejo el desastre en la encimera. Cuando acabé Calvin estaba viendo la televisión. Subí a la habitación de Madison para ver cómo estaba, pero no me hizo falta porque se podía escuchar sus ronquidos perfectamente desde la puerta. Seguí subiendo hasta llegar a mi habitación, cuando cerré la puerta me coloque al lado de la ventana. Cogí mi libro de Orgullo y prejuicio y seguí por donde lo había dejado.

Ya me había acabado mi bebida cuando me di cuenta que ya era totalmente de noche.

Abrí la puerta de mi cuarto de baño y me fui a duchar. Me coloque bajo el agua caliente, relajándome y expulsando todo el estrés acumulado que tenía tras la llegada a California. Aún dentro de esta, agarré mi toalla y me envolví. 

Ya envuelta me escurrí todo el agua que tenia acumulada en mi pelo. Me dispuse a salir de la ducha cuando veo una figura en la puerta, Calvin.

Doy un salto acompañado de un pequeño grito que paro cuando me coloco la mano en la boca. 

-¿Qué haces aquí? ¿Eres consciente que este es mi baño?- digo exasperada y aun asustada.

-Me quería duchar pero tardabas una eternidad, y pensé; ¿por que no le voy a dar una sorpresa? Fijo que le gusta- dijo con su típica sonrisa que tanto estaba odiando- Pero por lo que estoy viendo no es así. 

-¡Sal de aquí ahora mismo!-

-Que más te da, ¿quieres quedarte a ver?-

Me quede sin palabras. ¿Enserio todos los tíos son así?. No me iba a quedar callada:

-¿Sabes que?-

-¿Que?-preguntó sorprendido pero sin quitar su sonrisa arrogante del rostro.

Me acerque más a el dejandonos a centímetro de distancia. Nuestros rostros quedaron prácticamente juntos y nuestros labios se encontraban tan cercanos que ya respirábamos el mismo aire.

-Si no te marchas ahora- hice una pausa colocando mis brazos sobre sus hombros y agarrando su corto pelo entre con mis dedos- no podré resistirme a...-

-¿A qué? ¿A acabar lo que empezaste antes?- susurro casi quedándose sin aire mirando fijamente mis labios los cuales tenían una sonrisa de medio lado.

Ya podía notar como todo su cuerpo se tensaba y me hacía notar que deseaba algo más.

-No podré resistirme a...- me puse de puntillas quedando a su altura, en el momento en que nuestros ojos se encontraron- pegarte una patada en los huevos-

Mi sonrisa se tornó tierna mientras que, su aún cuerpo tenso por ese momento, se apartó de mí.

-Mejor me voy- dice mientras sale corriendo del baño.

-Mejor será-

Después del "pequeño incidente", me puse una camiseta ancha que me tapaba todo hasta los muslos.

Subí a mi habitación y me metí en la cama. Aunque estaba totalmente decidida a dormir, mi mente no podía dejar de pensar en lo que había hecho. 

No había hecho nada malo, o al menos pensaba que no. Quería pagarle con su misma moneda, no quería dejarle las cosas fáciles. Pero era evidente que había algo en el que me atraía, obviamente su físico era envidiable, su mirada te llamaba y te envolvía con su brillo singular. Sus labios... no estaban nada mal.

Una sonrisa se posa en mi rostro al recordar, pero se me quita rápidamente al darme cuenta de lo pesado y cliché que era. Tenia que meterme en la cabeza que Calvin era el típico tío que se chuleaba delante de las tías, que las engatusaba y las utilizaba a su gusto sin llegar a pensar en sus sentimientos. Y aunque en realidad nada de lo que estaba diciendo era seguro, lo mejor era pensar así, porque así no me llegaría a hacer daño.

En lo que sí tenia razón era en que esta noche había sido bastante larga. 

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Editado!

Calvin *EDITANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora