CAPÍTULO 21

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CON QUIEN CARGAR EL CIELO

TENÍA A UN TITÁN FRENTE A ÉL, CONTRACORRIENTE SE NEGÓ A SALIR y un miedo profundo —muy parecido al que sintió en el Getaway Arch— regresó a él, un miedo que le hizo creer que no sería capaz de salvar a Allyn de ese destino

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TENÍA A UN TITÁN FRENTE A ÉL, CONTRACORRIENTE SE NEGÓ A SALIR y un miedo profundo —muy parecido al que sintió en el Getaway Arch— regresó a él, un miedo que le hizo creer que no sería capaz de salvar a Allyn de ese destino. Percy mandó al diablo las profecías y el destino, poco le importó qué demonios esperaban los dioses de ellos dos, ambos saldrían con vida de allí. Y si no podía salir él, al menos se aseguraría de que su alma lo hiciera.

De que Allyn lo hiciera.

Pudieron ver una pequeña luz de esperanza al encontrar a Daena, ¿cómo es que Atlas les arrebató esa luz tan fácilmente? Lo que más le pareció irónico a Percy en todo el asunto fue que, de todas las hespérides, Zoë era la única que realmente se parecía a su padre. Los dos portaban el orgullo como arma principal, tenían ojos oscuros y afilados, la misma disposición a llegar hasta el final para cumplir sus metas. Fue como verlos a través de un reflejo, aterrador e imposible de negar.

—¡Suelta a Artemisa! —gritó Zoë.

—Solo hay una forma en que ella pueda salir de allí —sonrió Atlas—. Si uno de ustedes desea tomar su lugar, adelante.

Allí estaba su plan, su error. Atlas se veía muy seguro al creer que ninguno de ellos estaría dispuesto a ayudar a la diosa para que saliera de allí. ¿Realmente creía que los mestizos podían ser tan egoístas? Esa era la principal diferencia entre ellos y los dioses. Los dioses los sacrificarían a ellos para alcanzar sus objetivos, pero los mestizos se sacrificarían a sí mismos.

—¡Escúchenme bien! —bramó Artemisa—. ¡Ninguno de ustedes tomará mi lugar!

—¿Lo ven? —señaló Atlas. Se agachó frente a Artemisa e hizo un intento de tocar su mejilla, a lo que la diosa respondió con un gruñido feroz. La imagen perturbó a Percy aún más, pues solo veía a una niña de catorce años cargando con el cielo y enfrentándose a un hombre mayor—. Artemisa, tan orgullosa y corriente como los demás dioses. Creen que lo lograrán todo sin ayuda. Ya veremos qué sucede con ellos cuanto todo termine, puede que los obligue a sostener el peso del cielo por turnos, eso suena bien.

Percy escuchó un siseo lejano.

«Annabeth».

Algo le sucedía, era claro. Parecía estar bajo los efectos de alguna pócima, se veía cansada y algo aturdida, como si no pudiese mantener los ojos abiertos por mucho tiempo. Ella señaló a Luke con algunas muecas, pero Percy se fijó en su cabello; tenía manchas grises en distintas partes de sus trenzas. Llevó su mirada a Luke y encontró lo mismo, uno que otro mechón gris.

—Su cabello —susurró.

—Es por sostener el cielo —respondió Allyn—. Sostener el cielo es imposible para un mestizo, podría haberla matado.

UNKNOWN, ━ PERCY JACKSON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora