CAPÍTULO 8

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SE FIRMA EL ACUERDO DE SANGRE

NO, ALLYN NO TENÍA PREPARADO NINGÚN DISCURSO

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NO, ALLYN NO TENÍA PREPARADO NINGÚN DISCURSO. NI SIQUIERA SABÍA cómo es que debía entrar a ese lugar o si debía presentar alguna invitación, todo sin morir en el intento. Siguiendo por el túnel, terminaron en una escalera de piedra parecida a la que tuvieron que bajar para salir del campamento. El laberinto les permitiría salir una vez más, Allyn no quiso pensar en la posibilidad de que no volviera a hacerlo o que esa podía ser la última vez que verían la luz de la tarde.

¿Quién lo diría? El laberinto los dejó salir y lo primero que hicieron fue seguir el claro aroma a sangre y monstruos por el bosque. Fue idea de Annabeth parar en una de las tiendas para cambiarse. Pasar mucho tiempo en el laberinto les impedía saber si apestaban o no, y si tenían planeado entrar en una colmena de vampiros, al menos debían oler bien.

Muy mal chiste.

Allyn optó por vestir lo más casual que cargaba en su mochila, un sueter de color vino y los pantalones de algododón de vestir que su madre le compró e una de sus tardes de mujeres con Sally y Lily Chase. No era lo más elegante en su guardarropa, pero sí lo mejor que llevó a esa misión.

—Por los dioses. —El jadeo de Percy detrás de él lo sobresaltó—. Dime que no intentas verte bien para un jodido vampiro.

Allyn rodó los ojos.

—El probador es para una sola persona, tesoro.

Percy cerró la puerta del probador detrás de él. La tienda estaba vacía, pero igual podían ganarse un buen regaño del malhumorado encargado en la caja registradora. Annabeth y Grover se encontraban en el restaurante de al lado, Tyson quiso quedarse con ellos dos allí en la tienda para evitar cualquier ataque sorpresa.

La sorpresa se la llevarían ellos si llegaban a ser descubiertos, aunque eso pareció no importarle a Percy. Acortó la distancia entre ambos como un depredador que acecha a su presa. Para ser hijo de Poseidón, Percy lució más como un león que como un hijo del mar en ese momento, cuando sus ojos azules brillaron tentadoramente y sus labios se fruncieron en una mueca peligrosa.

—¿Qué demonios importa lo que opine ese vampiro?

—No importa lo que él opine.

—Entonces ¿por qué te arreglas?

—¡Porque llevo dos días en el laberinto y apesto! —exclamó—. ¿Qué demonios sucede contigo, Percy?

Arreglar la parte más arrugada de su suéter fue una tarea imposible. Percy tomó sus muñecas y forzó un par de pasos hacia atrás. El cuerpo de Allyn colisionó contra el espejo del probador y soltó un quejido que no logró ser escuchado, Percy lo silenció con sus propios labios.

Todos los besos con Percy eran distintos, eso los hacía tan maravillosos y memorables. Con él había besos tiernos y lentos, apresurados y torpes, pero ni siquiera el beso más hambriento se comparó con el que Percy tomó de sus labios en ese momento, lo hizo con la intención de absorber todo lo que podía de Allyn. La incomodidad en su espalda por el choque desapareció tan pronto como las manos de Percy abandonaron sus muñecas. Una de ellas tomó un puñado de su cabello, fuerte y tenaz, mientras la otra dejaba un sonoro golpe en su culo.

UNKNOWN, ━ PERCY JACKSON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora