࿐ ࿔*:・𝐔𝐍𝐊𝐍𝐎𝐖𝐍 | LA HISTORIA EN DONDE, A TRAVÉS DE los años, 𝐏𝐄𝐑𝐂𝐘 𝐉𝐀𝐂𝐊𝐒𝐎𝐍 descubrió que sería capaz de nadar por un lago de fuego, siempre que la recompensa sea volver a su hogar en ese par de ojos violeta.
• PERCY JACKSON X MALE...
EL MUERTO INTERRUMPE SU PROPIO FUNERAL...¡PERO TIENE UNA IDEA!
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EL VELERO LO LLEVÓ POR UN CAMINO EXTRAÑO Y NUBLADO, UN MAR DE nubes que luego, a medida que Percy se sentía más despierto, pasaba a ser un mar normal, con la costa de Long Island en el horizonte y los hermosos especímenes de tiburón que saltaron del agua para ayudarlo a mover el velero con más velocidad. El viaje desde Ogigia hasta el campamento debió durar una buena cantidad de horas, ya que recién amanecía cuando él se detuvo en la playa del Campamento Mestizo.
Siempre había una cantidad considerable de campistas a esa hora de la mañana. Los que debían hacer sus tareas temprano, como preparar los campos de entrenamiento y a los pegasos, ya deberían haber estado allí. Pero todo estaba completamente vacío, no había rastro de personas o criaturas.
Nada de sátiros, nade de ninfas o náyades, solo silencio.
Un silencio digno de funeral.
Se dispuso entonces a buscar parte por parte. Atravesó el muro de escalada, vacío. Fue después para el campo de tiro, pero no había ni un alma. Sin importar el día o el clima, Will y sus hermanos siempre tomaban ese campo para practicar antes del desayuno. Si ellos no estaban ahí, algo grave debía haber sucedido. El centro de las cabañas parecía abandonado, había armas y algunas luces encendidas, pero ningún campista.
—¿Qué demonios sucedió aquí?
El pabellón, donde se supone que deberían estar todos, estaba cerrado. Las fuentes estaban funcionando, lo que significaba que las ninfas y náyades debían estar por allí, en alguna parte. Intentó llamar a una de ellas, obteniendo solo silencio.
Corrió a la Casa Grande, gritando desesperado por Daena y Quirón. Llamó a Allyn, dioses, lo llamó hasta que su garganta protestó por el dolor de sus gritos.
Nada.
Fue después, cuando estuvo cerca de pensar que aquello se trataba de alguna pesadilla en la que sólo él existía, divisó una fuerte cortina de humo oscuro elevarse al cielo. El humo salía del único lugar que Percy había olvidado; el anfiteatro. Jamás se le habría ocurrido buscar en el anfiteatro por una sencilla razón; solamente lo utilizaban para fiestas, anuncios importantes y funerales.
«Funerales».
«Mierda».
Pasó el viaje entero desde Ogigia imaginando qué le diría a su novio, cómo lo diría y lo fuerte que lo tomaría en sus brazos para recordarle que estaba vivo, que no lo había dejado solo. Olvidó el punto más importante; todos, incluido Allyn, seguro lo creían muerto.
Sus piernas tomaron un último impulso y corrió hacia la entrada del anfiteatro. Por supuesto, todo el jodido campamento estaba allí, incluso algunas de las ninfas más tímidas que jamás se habían atrevido a dejar sus árboles por temor a lo que podía ocurrir. El día estaba claro y precioso, pero la nube de humo y el silencio sepulcral hizo que Percy sintiera una fea corriente de tristeza en su pecho.