࿐ ࿔*:・𝐔𝐍𝐊𝐍𝐎𝐖𝐍 | LA HISTORIA EN DONDE, A TRAVÉS DE los años, 𝐏𝐄𝐑𝐂𝐘 𝐉𝐀𝐂𝐊𝐒𝐎𝐍 descubrió que sería capaz de nadar por un lago de fuego, siempre que la recompensa sea volver a su hogar en ese par de ojos violeta.
• PERCY JACKSON X MALE...
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SI A ALLYN PHOENIX LE DIERAN A ELEGIR ENTRE SER UN DEMIDIOS o un ser humano común y corriente, elegiría la primera. Eso no significaba, por supuesto, que no hubiese días en los que desearía abandonar la sangre divina que corre por sus venas y poder ser alguien más del montón, un repartidor de comida que trabaja para pagar sus libros o un estudioso jovencito que se duerme en la biblioteca pública para tratar de pasar sus exámenes.
Una vida normal, una vida sin agites o sin enemigos.
Una vida que, por mucho que pensara en ella, no terminaba de convencerlo.
Allyn contempló el amplio cielo y sonrió.
—¿Qué se sentirá ser normal?
El joven chico a su lado se echó a reír.
—¿Por esto dejamos de entrenar? —preguntó—. ¿Por otra de tus crisis?
Allyn rodó los ojos.
—No es una crisis, Luke.
—Lo que tú digas.
—No lo es —insistió—. Si estuviese sufriendo una crisis, me llevarías...
—...corriendo con Will para que te coloque esa apestosa pasta de olivo en el rostro —completó Luke, sonriendo entretenido—. Y luego me patearías el trasero por haber dejado que él te la coloque.
—Ese idiota lo hace apropósito cada que me lastimo —masculló—. Tiene suerte de contar con mi cariño, o ya lo habría...
—...lanzado al Tártaro junto a ya sabes quién —volvió a interrumpirlo, completando su frase como si se la conociera al derecho y al revés.
Talvez porque sí lo hacía.
Allyn le dio una sonrisa diminuta y fastidiada.
—Detesto que me conozcas tan bien —dijo Luke.
—¿Qué?
Luke rio.
—Eso es lo que ibas a decir, ¿o no? —se burló, dejando un suave empujón en su hombro—. Oh, Luke, detesto que me conozcas tan bien.
Con un ligero rastro de ofensa y de vergüenza viajando hasta sus mejillas, Allyn se limitó a bufar y a devolverle el empujón.
—Sigue así y le diré a Chris que tiraste su chaqueta a la basura porque la utilizaste para limpiar los establos.
Luke tragó en seco.
—¡Juro que lo confundí con el trapo para limpiar!
Allyn no contuvo su carcajada.
—Díselo a él cuando te delate.
Luke resopló y se acercó más hacia él. Estaban ambos sentados en una de las fuentes más viejas, esas que las ninfas aun no arreglaban por falta de tiempo. El lugar no era lo suficientemente grande para ambos, pero Luke encontró la forma de sostenerse para dejar caer su cabeza sobre el regazo de Allyn.