࿐ ࿔*:・𝐔𝐍𝐊𝐍𝐎𝐖𝐍 | LA HISTORIA EN DONDE, A TRAVÉS DE los años, 𝐏𝐄𝐑𝐂𝐘 𝐉𝐀𝐂𝐊𝐒𝐎𝐍 descubrió que sería capaz de nadar por un lago de fuego, siempre que la recompensa sea volver a su hogar en ese par de ojos violeta.
• PERCY JACKSON X MALE...
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ALLYN SABÍA QUE SUCEDERÍAN COSAS EXTRAÑAS EN ESA MISIÓN, PERO para ese momento ya había perdido la cuenta. Un encuentro con Hera, alucinaciones, tener que entrar al aquelarre de un vampiro poderoso para pedirle ayuda a los demás líderes vampíricos del continente y presenciar cómo su novio acababa con un monstruo de tres corazones. Pero ¿invocar el espíritu de Bianca di Angelo? Esa era una línea que él no estaba seguro de querer cruzar.
La extrañaba, soñaba con ella en múltiples ocasiones. A veces se sentaba a imaginar cómo habría sido la vida de Bianca de haber podido sobrevivir en el desierto. Ella y Thalia seguramente serían grandes amigas, llevando el mando de las cazadoras con sabiduría y sensatez. Thalia siendo la fuerza y Bianca la razón. Sí, tal vez Nico se habría enfadado al inicio, pero Bianca cumpliría su palabra de irlo a visitar constantemente en el campamento.
No como una hermana, sino como una amiga más.
Solía despertar de esos sueños con lágrimas en sus mejillas. Bianca era un simple recordatorio más de lo frágil que era la vida de un semidiós, aunque muchos intentan creer lo contrario. Podían ser fuertes, incluso inmortales, pero jamás lograrían escapar del destino escrito en la línea de sus vidas. Decirlo dolía, aceptarlo dolía incluso más, pero Bianca di Angelo vivió lo que pudo vivir, podrían lamentarse por años y seguir sin descubrir una fibra de justicia en cómo sucedió todo.
Tan rápido como un respiro.
Allyn mantuvo su silencio por mucho más tiempo. Euritión los ayudó a verter la cerveza y los sándwiches en el hoyo de tierra. Annabeth y Grover seguían farfullando sobre lo terrible que era eso, mientras Tyson tomaba asiento a unos metros del lugar para comer tranquilamente. Nico y Percy fueron los que más trabajaron.
Cuando todo estuvo listo, Nico dio un paso hacia el frente.
Tal vez se debía a que estaban a punto de invocar a los muertos, pero el clima cambió drásticamente. Las nubes se posaron sobre ellos, brindándoles la oscuridad que seguro necesitarían.
Nico elevó su mano hacia el hoyo y comenzó a recitar unas palabras en voz baja.
—¡Algo está apareciendo! —exclamó Annabeth.
Algo, pero no Bianca. Era la figura de un hombre que aún no se mostraba con claridad. Para ellos, la forma nublada era simplemente humanoide y también muy hambrienta, por cómo se abalanzó sobre los sandwiches y la cerveza. Nico movió su mano bruscamente, lo hizo de la misma forma que uno intenta apartar un fastidioso mosquito de su rostro.
Cuando el fantasma continuó comiendo sin hacerle caso, Nico se giró hacia Percy.
—¡Haz que se detenga! —gritó—. ¡Esa ofrenda es para Bianca!
Percy se movió para sacar a Contracorriente de su bolsillo, pero Allyn se le adelantó. Apuntó al fantasma y arrojó su lanza al punto marcado. La figura cobró forma total cuando su lanza atravesó el cuello del hombre. Era un anciano de aspecto descuidado y con una mirada llena de rabia hacia él.