los acontecimientos que se presentan en la vida suelen ser de lo mas misteriosos... un dia estas huyendo por tu vida en desespero por huir de tu pasado; y al siguiente terminas en un mundo cuyas lógicas escapan a todo entendimiento y se alejan de to...
Ya estando fuera de la biblioteca de Patchouli, TN se encontró nuevamente con otro hilo rojo. Este tenía uno de sus extremos amarrado a la perilla de la puerta a la biblioteca de la que acababa de salir; y al igual que el anterior, este indicaba un nuevo trayecto para recorrer.
TN estuvo caminando por los pasillos de la mansión hasta llegar a una nueva puerta. Esta obviamente era más pequeña que las enormes puertas de la biblioteca; aunque de igual forma también tenía el otro extremo del hilo atado en la perilla. TN levantó la mirada el nombre que estaba grabado en la placa de la puerta, dándose cuenta con ello de a quien pertenecía la habitación.
—Meiling.... —Dijo para sí mismo—.
TN se acercó lentamente a la puerta y puso su mano sobre el perilla. al moverla, se dio cuenta que la puerta no estaba cerrada con llave, por lo que de inmediato la abrió, mientras se preguntaba si Meiling tendría algo planeado; o si al igual que Patchouli, Remilia le habría dado a la portera una fecha errónea. Sus incógnitas se disiparon en el preciso instante en el que cruzó el marco de la puerta e ingresó al cuarto sin percatarse de que estaría cometiendo un pequeño error.
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—¿Uh? —La joven levantó su mirada atónita por la entrada repentina de TN—.
—¿Meiling?
La cara de la portera se enrojeció de vergüenza luego de que su cuerpo semidesnudo fuese visto por TN en pleno cambio de ropa.
—KYAAAAAAAAHHHHHH
Seguido al grito emitido por la joven, TN recibió el potente golpe de un libro lanzado por parte de la apenada Meiling directo a su cara. Él joven rápidamente salió del cuarto arrastrándose por el suelo, mientras que la avergonzada joven continuaba arrojándole todo tipo de objetos; desde cojines y floreros, hasta un pequeño oso de peluche.
Luego de que el ataque contra TN se detuviera, el joven escuchó el portazo de la puerta cerrándose con desesperación. Tras ponerse en pie, un tenso silencio se apoderó del pasillo. TN estaba muy apenado por no haber tocado la puerta antes de entrar. Pero justo antes de que este pudiera acercarse nuevamente a la puerta, este fue interrumpido por la voz de la chica dentro del cuarto.
—Perdón TN....yo...es solo que... entré en pánico.
—No, tranquila.... fue mi culpa por entrar sin avisar
Una vez más el silencio se cernió a través de los dos lados de la puerta que dividía a ambos jóvenes. TN se empezaba a preguntar, si alguna de las chicas realmente sabia sobre su presencia en la mansión en la noche de hoy.
De repente, el peso del silencio se resquebrajó a causa de la voz de Meiling, que nuevamente se manifestaría en el lugar para traer un poco más de tranquilidad.
—Diez minutos... —Dijo ella con esfuerzo en su voz y con mucho nerviosismo—. Solo espera allí y dame... Diez minutos.
TN hizo caso a la suplica de Meiling y se sentó en el pasillo a la espera de que la portera le diera permiso para entrar a su habitación y permitirle hablar con más calma sobre lo ocurrido.
