los acontecimientos que se presentan en la vida suelen ser de lo mas misteriosos... un dia estas huyendo por tu vida en desespero por huir de tu pasado; y al siguiente terminas en un mundo cuyas lógicas escapan a todo entendimiento y se alejan de to...
PELEAR EN UNA GUERRA PONE A PRUEBA LA DESTREZA DEL SOLDADO, DEFENDER SU HOGAR PONE APRUEBA SU CORAZON.
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Era una noche relativamente tranquila en el templo Moriya, Sanae se encontraba cenando junto con sus dos diosas, las cuales se encontraban enfrascadas en medio de una pequeña riña por ver quien de las dos se comería el ultimo tocino de la bandeja.
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—Ya deja de acaparar el tocino Kanako, ya comiste demasiados —Dijo Suwako mientras forcejeaba con Kanako en un intento por llevarse el aperitivo—.
—jajaja, quizá deberías aprender a ser más rápida Suwako —contestó Kanako—.
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—Ya vas a ver, que toda esa grasa se te ira directo a los pechos —Dijo nuevamente Suwako mientras apretaba la mercancía de la diosa—.
—Si serás... —Contesto la diosa furiosa—. Al menos yo sí tengo pechos.
Justo antes de que la pelea escalase a mayores, las puertas del templo se abrieron de golpe, anunciando asi la entrada de Momiji; la chica lobo de pelaje blanco que se encargaba de vigilar el perímetro de la montaña Youkai.
—¡KANAKO-SAMA! —Dijo la chica arrodillándose ante la diosa—. Me llegaron noticias alarmantes de la villa humana. Parece que se encuentra bajo ataque por parte de un grupo de individuos que parecen estar buscando a TN-San.
—¿Buscando a TN dices?
—Asi es. Incluso me informaron que ya han quemado su restaurante como acto de represalia al no encontrarlo en el sitio.
Al instante, desde el exterior del templo se empezaron a formar grandes nubes de tormenta, seguidas de la potente voz de Kanako.
—¡¡¡¿QUE HICIERON QUEEEEE?!!!! —Gritó con furia la diosa a la vez que un rayo descendía del cielo y golpeaba la punta del techo del templo—.
