¿Cómo te va mi amor? (En revisión)

Una oportunidad.

Compartir la casa con Jungkook no estaba siendo fácil, sabía muy bien que seguía enamorado del padre de mis hijos, pero también sabía que de cierto modo mantener las distancias me ayudarían a mantener mi mente, corazón y alma sanos, para poder hablar en algún momento con Jungkook y quizás tener una nueva oportunidad... ¿juntos?, pero no estaba listo para eso aún, sin embargo él no me ayudaba a mantener mi mente, cuerpo y alma alejados de cualquier intento de acercamiento, pero sencillamente el no ayudaba a mi causa.

En los días que llevábamos viviendo en la mansión, muchas veces nos cruzamos en los pasillos por las mañanas, el verlo vestido de traje siempre había sido mi debilidad, el que durmiera con la puerta entreabierta tampoco ayudaba mucho, o cuando nos topábamos en la habitación de los bebes con él vistiendo solo un short dejando a la vista su torso definido, no ayudaban a mi cordura, Jeon seguía siendo mi deseo y mi cuerpo y conciencia simplemente reaccionaban a todo lo que él era para mí.

La noche anterior, por mi pesadilla habíamos dormido juntos, un descanso que me había hecho anhelar los tiempos en que eso era normal, dormir y despertar juntos, y hasta ese momento no me había dado cuenta de cuánto lo extrañaba.

Nos levantamos en silencio, entre risas nerviosas, me aturdí un poco cuando lo mire, él se incomodó, era claro que la mañana le afectaba a su entrepierna, eso le pasaba siempre, pero me dije a mi mismo que hablaría con él durante el día, quería una conversación tranquila pausada y corrí al baño, creo que esa acción fue mi gran error para todo lo que pasó después.

El día paso rápido, pude notar como cada vez que me acercaba Jungkook me sonreía y buscaba excusas para alejarse de mí, durante el almuerzo me senté a su lado para tratar de cruzar algunas palabras, pero a los pocos minutos sonó su teléfono y se levantó excusándose que debía atender era algo urgente, la cena no fue diferente, incluso en la tarde cuando sacamos a los niños al jardín, jugo con ellos en la piscina sin tomarme en cuanta o acercarse a mí.

Por la noche después de una cena interrumpida constantemente por las llamadas de teléfono "urgentes", el cansancio nos mandó a la cama a todos, Jungkook durmió a Chris y yo a Emi, tardamos unos cuantos minutos, trataba de cruzar miradas con él, pero me evitaba lo había estado haciendo durante todo el día, y no lograba comprender el por qué, ¿quizás lo incomode al pedirle dormir conmigo?, ¿quizás esa petición estaría mal para él?, aunque no sé que pensar, si me ha repetido hasta el cansancio que... me ama, pero quizás sea por mi trato, he sido bastante lejano y quizás ahora crea que solo haya sido por mi pesadilla, pero cuando quise pedirle que conversáramos, me dio un beso en la frente y se fue a su habitación cerrando la puerta, me quede con una sensación extraña, pero no le di mayor importancia y me fui a dormir, ya no quería pensar.

Me levante de mi cama pensativo, dando vueltas por mi habitación, me sentía nervioso, no estaba seguro de lo que quería hacer, mi orgullo me gritaba a viva vos que no fuera, que no diera mi brazo a torcer que Jungkook no se merecía nada de mí, sin embargo, mi corazón gritaba que corriera a sus brazos y me quedara allí todo el tiempo que durara.

Traté de acomodarme en mi cama y conciliar un poco el sueño, estaba en mi tarea de tratar de dormir cuando sentí abrirse mi puerta silenciosamente, alguien se acercaba a mi silencioso, entreabrí mis ojos y supe de quien se trataba, cerré mis ojos tratando de parecer dormido.

Él se acercó a mi despacio, tratando de ser sigiloso, Jungkook acaricio mi rostro y se sentó en el piso apoyando su espalda a los pies de mi cama, una posición tantas veces usada por mí para poder espiarlo pero que ahora la hacía suya, entonces empezó a hablar, lo escuche atento quedándome asombrado de sus palabras, debía hacer algo, sus palabras me llenaron de calidez y a la vez de miedo... miedo a perderlo... miedo a que en realidad se alejara de mi vida y la de los bebes, no podía, a la mierda el orgullo y los miedos...