El plan Como dos gotas de agua.

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No sabia que hacer, estaba con la nebuloza en mi cabeza, el llamado de Marion me habia dejado, más que alterado, y el dolor en mi costado no ayudaba a mi razocinio.

Jungkook estaba en peligro y yo estaba amarrado a una cama de hospital, le di mil vueltas, miraba por la pequeña ventana de las puertas de mi habitación, claramente se distinguían la silueta de los dos guardias que custodiaban mi seguridad.

El tiempo empezaba a avanzar y las ideas de cómo salir de aquí no llegaban, la angustia en mi pecho crecía, mi teléfono sonó mire la pantalla, el nombre de Taehyung brillaba en la pantalla, en ese instante se me ocurrió la mejor de las ideas.

--Tae.. que bueno que llamas, te necesito-- hable apresurado.

--¿Qué pasa Jim?, ¿por qué estas tan alterado? -- pregunto

--No puedo decirte por teléfono tienes que venir al hospital, por favor, necesito tu ayuda Tae Tae, es importante, además necesito que traigas ropa, lo que sea-- dije desesperado.

--ok, no sé que está pasando, pero llevare algo de ropa, voy en camino, solo mantente tranquilo-- colgó la llamada.

Necesitaba llegar al Ring, y Tae seria mi carta de salida, No me arriesgaría a perder a Jungkook, sabía perfectamente bien que esto era una trampa, pero debía advertirle a mi esposo, trate de marcarle, pero no me contesto, sabía que no lo haría, en ese lugar había inhibidores de señal, pero al menos lo intente, ahora solo me quedaba esperar por Taehyung y tener la esperanza de llegar antes de que Marion pudiera hacer algo.

Necesitaba llegar al Ring, y Tae seria mi carta de salida, No me arriesgaría a perder a Jungkook, sabía perfectamente bien que esto era una trampa, pero debía advertirle a mi esposo, trate de marcarle, pero no me contesto, sabía que no lo haría, e...

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La llamada de Jimin había sido todo lo que esperaba lo había alterado, me pedía ayuda y yo se la daría sin ningún obstáculo. Necesitábamos distraer a los guardias y a todo quien hiciera falta, la idea era llevarnos a Jimin desde el hospital a la cabaña para luego traer a los niños y salir los cinco en el jet privado de mi familia.

Marion salió vistiendo como si fuera de caza, un pantalón cazador, su chaqueta bloomer  le hacia el sello perfecto vi como guardaba su pistola automática, pequeñas navajas y unas cadenas a su cintura, toda una cazadora, la observe por completo su cabello rubio ahora lucía un rojizo brillo intenso, su apariencia era diferente nadie la reconocería, totalmente diferente, había cortado su larga cabellera, su corte ahora escalonado melena a las orejas simulaba su aspecto perfectamente.

--Nos vemos bombón no te olvides tenemos nuestra fiestita de ganadores, ya sabes nosotros dos-- me tomo de la camisa, besándome-- quizás ese inútil doncel también quiera un poco de esto-- se señalóbesándome otra vez-- aunque reconozco que la trompeta que tiene la sabe usar-- me beso otra vez-- así que puedo acceder con eso, nos vemos cariño-- me beso para irse.

Sonreí ante su descaro, cuando devolví la vista hacia el pasillo la silueta de mi doncel, se contorneaba hacia mí, cuando la luz dio en Lionel, mi corazón comenzó a acelerarse a bailar en mi pecho con potencia de mil caballos de fuerza, se había teñido el cabello de rubio, como habíamos acordado, sabia del parecido entre mis dos donceles, pero ver a Lionel de rubio era ver a Jimin solo que Lionel era un tanto más alto, no dude y corrí hacia él besándolo con locura, lo tome de la cintura necesitaba sentir su calor, saber que no era Mimi, al separarme me sonrió, con esas medias lunas preciosas que escondían sus ojos bonitos tan iguales, ¿acaso estos dos eran gemelos separados al nacer?.

¿Cómo te va mi amor? (En revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora