Acoso

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Los días pasaban rápido entre trabajo y la crianza de los niños, Jimin y Jungkook habian pensado que lo mejor sería mantener su "buena relación", a escondidas de la familia por ahora, sobre todo para no ser sobre exigidos por el señor Eunu, sabido era por ellos que el anciano ansiaba verlos reconciliados, pero por su ansiedad a veces resultaba ser un poco metiche.

Para este día Jimin y Jungkook habian decidido tener una cena romántica en un restaurant prestigioso de comida italiana en lo alto de la ciudad, sería su primera cita desde que habian decido darse una oportunidad, su relación estaba siendo llevada como novios adolescentes, pero nos les incomodaba, les parecía algo aventurero y hasta divertido, aun no llegaban a la intimidad como antes, pero al menos Jimin esperaba que eso se diera quizás con suerte esta noche, Jeon por su parte creía que Jim lo rechazaría si lo intentaba, por lo que aún no se atrevía ni siquiera a pensar en dar ese paso, aunque los besos a escondías cada vez fueran más intensos, más necesitados y deseosos, podían parar justo a tiempo.

De las noches ni hablar, en este tiempo dormir juntos ya era parte de su cotidianeidad, aunque para lograrlo, tuviesen que esperar que todos ya durmieran y ser los primeros en levantarse para no ser descubiertos, definitivamente era una rutina que les parecía excitante y aventurera.

Este día debía ser uno relajado, a pesar de tener una sesión de fotos en la agencia, esta debía ser simple solo eran trajes de baño de la marca de Seokjin, nada extravagante, modelos muy sencillos pero verdaderamente hermosos, sin embargo Jimin estaba realmente estresado, nada había salido como esperaba, estaban teniendo una muy larga sesión de fotos, sus nervios lo estaban traicionando y no lograba concentrarse del todo, el hecho de pensar en estar nuevamente con Jungkook en la intimidad lo estaban poniendo al borde de la locura y a esa sensación de incertidumbre se le agregaba la desagradable presencia de su compañero en la campaña, quien al principio pareció ser alguien agradable y respetuoso, se había transformado en una verdadera molestia.

Jean Pierre por su parte parecía comprensivo, después de todo eran fotografías de trajes de baño y entendía que para el más joven resultara un tanto abrumador, según él por verlo con su torso desnudo, desconociendo por completo la razón de los nervios del pequeño rubio.

La última parte de la sesión había comenzado, y Jimin al fin había quitado la bata que lo cubría hasta ese momento, a pesar de ser un doncel en amamantamiento, sus pectorales no parecían estar en reproducción lactar. Su camiseta azul con blanco se ceñía perfecto a su silueta delgada, de pequeña cintura, su pequeño pantaloncillo de baño se ajustaba a sus definidas caderas, sin mencionar a su perfecto y definido trasero, Jean Pierre definitivamente estaba embrujado por la silueta que se acercaba a él, ese doncel no podía ser real.

Las tomas y los ángulos de cada foto estaban siendo minuciosamente monitoreados por Miller, las fotos debían ser perfectas tal y como a Kim Seokjin le gustaban, el doncel esposo de uno de los CEOs más poderosos del país, Kim Namjoom no permitía errores, por lo que todo era muy controlado.

La sesión había tomado un poco más de tiempo de lo necesario, Jean Pierre estaba alucinado, sentir a Jimin tan cerca estaban matando a su razón, rozar su cuerpo, aunque fuera solo por instantes le estaban produciendo algunos problemas a su entrepierna, los cuales en muchas ocasiones tuvo que detener con agua muy fría, Jimin por su parte estaba bastante incomodo, su compañero muchas veces había rosado su trasero de una manera poco apropiada, lo que estaba resultando ser una verdadera molestia.

La toma que estaba pidiendo Edward Miller era de espalda con espalda, donde Jimin posicionaba su cabeza en el hombro de Jean Pierre, la toma era simple, pero algo sobresalto a Jimin, una mano roso con descaro su trasero, lo que alarmo también al fotógrafo quien había disparado su flash justo en el momento, Jim se había dado la vuelta, furioso golpeando a palma abierta el rostro del francés.

¿Cómo te va mi amor? (En revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora