El viento soplaba con una extraña quietud, como si el propio aire retuviera el aliento en anticipación a lo que estaba por venir. Lucía sentía el frío calar hasta sus huesos, pero más allá del clima, era el ambiente que la rodeaba lo que la inquietaba. Todo lo que había vivido, todo lo que había sufrido, culminaba en este momento. Las sombras, los íncubos, las traiciones del Guardián, todo había sido una preparación para este encuentro final. Y aunque su cuerpo temblaba por dentro, su voluntad permanecía inquebrantable.
Había llegado al umbral de la última puerta, aquella que separaba el mundo de los sueños del abismo infinito donde residían los íncubos. Frente a ella, el horizonte se disolvía en una oscuridad líquida, un paisaje distorsionado y cambiante, como si el propio espacio y tiempo no tuvieran sentido en ese lugar.
Lucía estaba sola, o al menos, eso era lo que parecía. Pero en lo más profundo de su ser, sabía que había fuerzas mucho más poderosas observándola, esperando el momento adecuado para hacer su movimiento.
El portal que se alzaba frente a Lucía no era un simple umbral físico. Era una barrera entre los mundos, una frontera que pocos habían cruzado y de la que aún menos habían regresado. Al tocar su superficie, una sensación de vacío absoluto la invadió. Era como si el propio espacio se curvara hacia adentro, tragándose la luz y cualquier atisbo de vida.
Sabía que lo que se encontraba al otro lado era la última batalla, el enfrentamiento final contra el íncubo que la había estado acosando desde el principio. Sin embargo, también entendía que este no sería un combate como los anteriores. Las reglas del mundo físico no aplicaban aquí. Este era un reino de emociones, deseos y pensamientos. La tentación, la más poderosa de todas las armas, sería su verdadera enemiga.
Lucía inhaló profundamente, recordando todas las lecciones aprendidas a lo largo de su travesía. Con la determinación ardiente en su pecho, cruzó el umbral. El aire se sintió pesado, como si de repente hubiera entrado en una dimensión donde el tiempo se distorsionaba y la gravedad misma fluctuaba.
Al otro lado, el paisaje se manifestaba de una manera surrealista. Montañas ondulantes se alzaban en la distancia, hechas de sombras y sueños rotos. El suelo bajo sus pies no era sólido, sino una mezcla líquida que cambiaba de forma con cada paso que daba. Sin embargo, lo más aterrador no era el entorno, sino la sensación omnipresente de ser observada, de que algo –o alguien– estaba esperando su próximo movimiento.
Fue entonces cuando la escuchó: la voz del íncubo, suave como un susurro pero con una intensidad que resonaba en su alma.
"Has venido, Lucía."
Las palabras no fueron habladas en el sentido tradicional. Eran más bien un eco en su mente, una invasión directa a sus pensamientos. Era la misma voz que la había perseguido en sueños, que había tratado de seducirla en momentos de debilidad. Pero ahora era más fuerte, más palpable.
"Siempre supe que llegarías hasta aquí. Eres diferente a los demás."
Lucía no respondió de inmediato. Sabía que cualquier palabra que dijera sería aprovechada por el íncubo. Él era un maestro en el arte de la manipulación, capaz de retorcer los pensamientos y deseos más profundos de una persona hasta convertirlos en una prisión de la que no podrían escapar.
"Te he visto luchar, resistir... pero ¿para qué? Todo lo que has hecho te ha llevado a este momento. Y ahora, ¿qué te queda? ¿Qué ganas al enfrentarte a mí?"
Lucía cerró los ojos, tratando de bloquear la voz, pero el íncubo era implacable. Sabía que su poder no residía en la fuerza física, sino en su habilidad para encontrar las debilidades emocionales y explotarlas.
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Sombras en la Noche: El Llamado del Íncubo
رعبSombras en la Noche: El Llamado del Íncubo: es una novela oscura y envolvente que combina terror psicológico con elementos sobrenaturales, narrando la historia de Lucía, una joven atrapada entre el mundo real y un universo de sombras y pesadillas. T...