Martin, nuevo director de marketing de la agencia de su padre, y Juanjo, diseñador creativo de esta, no se soportan... ¿Podrá la ciudad eterna hacerlos cambiar de opinión?
Roma-Fiumicino estaba a poco más de media hora y Alex, que se había encargado de los billetes de avión y del hotel, también había pedido un par de furgonetas para que los recogieran y los llevaran directos a donde se iban a alojar al menos aquella semana.
-Chicos, chicas... aquí estamos, hotel Monte Cenci.
La entrada del hotel no era la más lujosa de aquella ciudad pero la zona era magnífica, cerca de Piaza Navona y el coliseo. ¿Tendrían tiempo de turistear? Esperaban que si, la mayoría no había venido nunca a Roma y querían aprovechar aquel tiempo allí.
Al entrar hicieron el check in y cuando vieron que todos menos Denna y Alex tenían habitaciones individuales y que no tendrían que compartir fueron a darle palmadas en la espalda y besos por la cara a Alex.
-Venga, tenéis que ir a ver las habitaciones, que a lo mejor ya no os gusta tanto...
-Con que la mía tenga terraza para poder fumar me conformo, maño.- Le respondió Juanjo.
Así subieron en dos grupos, ya que no cabían todos en el ascensor con las maletas. Alex, Denna, Alvaro y Paul se quedaron junto a Martin para hacer el segundo viaje. Alex no se quedó con Denna en su puerta sino que siguió a Martin hasta la suya para ver su reacción, y al resto le dio curiosidad.
Cuando Martin abrió la puerta se quedó a cuadros.
-Pero... ¿qué habitación me has pedido?
-La mejor para el mejor, manito. Espero que disfrutes de las comodidades de ese jacuzzi...
Martin enrojeció y el resto se rio antes de volver a sus respectivas puertas.
-He escuchado la risa de Alvaro, ¿qué está pasando aquí?- Juanjo. Asomando la cabeza por la esquina de la cama y desviando su mirada hacia la estrella de la suit, aquel jacuzzi con iluminación azulona. -Joder, quién fuera el jefe, eh Urrutia. Tengo una bañera enorme en mi baño pero no se puede comparar con esta maravilla. Cualquier día te robo la llave y te secuestro a este pequeñín.
Le guiñó un ojo y se fue, como acostumbraba a hacer últimamente, dejando a Martin con la palabra en la boca y al resto con sonrisas juguetonas.
-Venga, fuera de aquí. He dormido fatal y estoy reventado. Y, por supuesto, voy a disfrutar de este "pequeñín". Ale, ale, marchando...
-Luego nos mandas alguna foto por el grupo, Martin.
-Claro que si, no tengo otra cosa que hacer...
-Esa botella de champán tiene mi nombre escrito, Martin.
-Si quieres te la puedes llevar ya, Alvaro.
-No... no. Algo me dice que te va a venir mejor a ti que a mi.
-Ya está la bruja Lola haciendo su aparición, ¿has tenido alguna visión de las tuyas, Alvaro?- le preguntó Denna ya saliendo de la suit de Martin.
-Últimamente estoy teniendo muchas...- y la puerta se cerró.
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Mientras se acababa de llenar el jacuzzi Martin llamó a su hermana.
-Kaixo, Mery. Ya estamos en el hotel.
-Genial, Martin. ¿Qué te ha parecido el hotel? ¿Te ha gustado tu suit?
-¿Sabías algo de lo que estaba preparando Alex?
-¡Bai, noski! (Desde luego).
-Menudos dos estáis hechos...
-Bueno Martin, ¿cuándo piensas contarme qué pasa con Juanjo?
-¿Qué pasa con Juanjo?
-No te hagas el loco, me paso el día entero con él y veo cómo lo miras cada vez que sales de tu despacho y cómo acuchillas con la mirada al camarero de dónde siempre.
-No pasa absolutamente nada, soy el director de la agencia, por dios, ¿no me conoces?
-No me digas que me vas a venir con la tontería de que no vais a tener nada porque si tú ética y tu moral y bla bla bla...
-Bueno María, te tengo que dejar, un maravilloso jacuzzi me espera... ¡A SOLAS! Ve informándome de todo, mañana me reuniré con vosotros por videollamada.
-Agur, hermanito...
Martin subió a sus historias de Instagram la misma foto que había mandado por el grupo de marketing mientras el agua del jacuzzi burbujeaba. Después puso una lista de reproducción en spotify de Yiruma y estiró el cuello hacia atrás para relajarse. No estuvo mucho así puesto que una notificación le llegó al móvil.
"Instagram (Juanjo Bona ha reaccionado a una historia)": 😮💨
"Instagram (Juanjo Bona ha enviado un mensaje)": esq quepo?
A Martin casi se le cae el móvil dentro del agua, y se tomó su tiempo pensando en si responderle o no. Finalmente se animó, un poco de juego no le haría mal a nadie.
MARTIN: *más quisieras*
JUANJO: *más quisieras tu, Urrutia...*
MARTIN: *has sido tú el que ha enviado el mensaje primero*
JUANJO: *igual que tú estabas debajo de mi en aquel baño, yo estaba encima de ti... espero que el agua de ese jacuzzi sea fría, mucho, o te va a durar el calentón más de la cuenta*
MARTIN: *qué dices? qué calentón, Bona?*
JUANJO: *el que te está dando solo de acordarte de aquella noche, y de imaginarme allí en ese jacuzzi contigo...
Martin dejó de responder y pasaron unos minutos antes de que este recibiera una última notificación.
JUANJO: *que descanses, Urrutia* JUANJO ha enviado una foto
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El muy cabrón estaba jugando con fuego, y estaba provocando al vasco como no lo habían provocado nunca. ¿Qué pretendía? Cuando se ponía así se le olvidaba que había dicho que nunca más tendría nada con él, se le olvidaba absolutamente todo. Resistirse iba a ser de las cosas más difíciles que había tenido que hacer en su vida...
En el caso de Juanjo el dicho de "consejos vendo que para mi no tengo" no se le aplicaba, no sabía si el agua del jacuzzi de Martin tenía agua fría o no, pero su bañera si, por lo que fuera...
Martin y Juanjo no coincidieron en la comida, y aunque bajaron con la idea de que era mejor no cruzarse al final acabaron buscándose entre la gente, sin verse.