Martin, nuevo director de marketing de la agencia de su padre, y Juanjo, diseñador creativo de esta, no se soportan... ¿Podrá la ciudad eterna hacerlos cambiar de opinión?
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Sinceramente, si tú, querida lectora, estuvieras en el lugar de ellos, ¿podrías dormir? Porque yo no, y de hecho ellos tampoco lo hicieron. Dieron mil vueltas en sus respectivas camas, recordaron cada momento de ese día, las historias, los monumentos, el atardecer, las vistas... y el beso, lo que más rememoraron fue aquel maravilloso beso. ¿Sabéis lo que en ningún momento llegó a sus mentes aquella noche? El pensamiento de que lo que había pasado estaba mal y que no deberían volver a repetirlo. Ya tendrían tiempo de arrepentirse o plantearse según qué cosas...
AL DÍA SIGUIENTE...
-La cosa es que no encontré ni un vestido que me gustara... los italianos son muy raros, confeccionan vestidos de novia con los ojos tapados, si no, no me lo explico.
-¿Tanto drama fue?- preguntó Juanjo a Alvaro que desayunaba con ellos.
-¡Peor! Recuérdame que si algún día me caso y decido llevar vestido no venga a Italia a comprármelo.
Juanjo y Denna se rieron, el primero por lo dramático que era su amigo, la segunda porque estaba completamente de acuerdo con él.
-¿Sabéis qué hay hoy? Dudo mucho que Urrutia nos deje otro día libre.
-Hablando de día libre, Juanji... ¿la foto que subiste con dos copas?
Mierda, mierda!! Joder con la impulsividad y con querer enviar indirectas... ¿qué digo yo ahora?
-Nada, me encontré con un colega que conocimos en...- piensa, joder, utiliza la cabeza para algo más que para acordarte de tu jefe -¿recordáis aquella gala benéfica de "Peludos"?
-¡Si, claro que me acuerdo! Le llevamos un gato precioso a la Antonia, pero al pobre le quedaba poquita vida...
-Bueno, pero pasó los mejores meses de su vida. En fin, a lo que iba, que aquella noche conocí a un fotógrafo holandés y resulta que también ha venido a lo de Adidas.
-¿Y te lo tiraste? Porque anoche llegaste súper tarde, ¡maricón!
-No seas pesado, Alvaro, que lo quieres saber todo. Acabamos las reuniones súper tarde...
-Y no vino acompañado, venía Martin con él.
-Exacto, gracias Almu.
-Pues espero que te des una alegría al cuerpo, porque parece que estés amargado, y tanto trabajo no es bueno.
-Que si, que si, déjame en paz, que ahora en vez de parecer mi marido pareces mi madre.- Le respondió Juanjo a Alvaro, para después dirigirse a Denna -Entonces qué, ¿nada de vestido?
-No será de diseñador italiano, eso desde luego...
-Hay un mensaje en el grupo, es del jefe.
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