Capítulo 10.

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Esas conversaciones...

Llegué a mi piso.
(Que bien suena, mi piso)
Me tiré en el sofá y cogí el móvil, tenía que tener como mil mensajes de Irene y Rafa.

Grupo;
"Las Kardasian"
Nombre que le puso Rafa porque es el fan número uno de esa familia.

Irene;
"Alex no da señales de vida"

Rafa;
"Apuesto a que esta con su abuela, ya sabes que cuando está con ella no coge el móvil"

Irene;
"Estoy preocupada. Alex, si me estas leyendo dime algo por favor"

Varios mensajes después...

Yo;
"Estoy bien, Rafa tenia razón, he pasado el día con mi abuela"

Irene;
"Por fin, he estado apunto de llamar a la policía"

Rafa;
"Exageras más que hablas"

Yo;
"Os tengo que contar una cosa que vais a flipar, mañana no hagáis planes para cenar"

Irene;
"¿De qué coño vas? No puedes pretender decir eso y dejarlo para mañana, desembucha"

Rafa;
"La han abducido los extraterrestres, esta no es nuestra Alex, nuestra Alex sabe que eso está prohibido por el código de la amistad de este grupo"

Yo;
"Me juzgáis sin saber, no iba a dejar la noticia para mañana, par de idiotas"

Irene;
"Encima nos insulta, claramente si es ella"

Rafa;
"JAJAJAJAJA seguramente no han podido soportarla mucho tiempo y nos la han devuelto"

Yo;
"Ten amigos para esto..."

Irene;
"No tienes en vilo, di ya lo que sea que tengas que decir"

Yo;
"Soy la nueva propietaria del piso de mi abuela, el que he estado arreglando todo este tiempo con vuestra ayuda"

Rafa;
"JÚRAMELO"

Yo;
"Mi abuela me ha entregado todos los documentos, es mío"

Rafa;
"Joder con tu abuela, a mi la mía me hace lentejas cada vez que voy y siempre me echa menos porque dice que estoy gordo"

Irene;
"TIAAAA!!  Siempre has querido ese piso, joder, que feliz estoy, me alegro muchísimo, aunque me das una envidia que flipas, todos los tíos que te vas a poder llevar sin que nadie te moleste"

Rafa;
"Irene, solo sabes pensar eso, se nota que llevas tiempo a dos velas"

Irene;
"😞"

Rafa;
"JAJAJAJAJAJA"

Yo;
"Estoy feliz, ahora mismo estoy aquí disfrutando de mi soledad, no puedo creerlo, mañana os espero para cenar sobre las 8, por supuesto os tenéis que quedar a dormir"

Rafa;
"Cuenta con ello"

Irene;
"Mañana justo que iba a follar..."

Rafa;
"Eso no se lo cree nadie, no seas fantasma"

Irene;
"Te odio Rafael"

Los dejé mientras se insultaban y yo me metí en la ducha, estaba tan emocionada por darme mi primera ducha en mi casa, Alberto tenía razón, después de todo lo malo siempre hay algo bueno.
Fue la mejor ducha de mi vida, desde que instalamos el baño nunca lo había usado, era una pasada el efecto lluvia.

Mientras me secaba oí varios sonidos procedentes de móvil, eran mensajes, pero no eran del grupo con mis amigos, a ellos les puse un tono especial, tan especial como lo eran ellos.
Me acerqué curiosa, porque mi madre no escribe, ella siempre llama, mi padre le manda a mi madre que me llame y mi hermana estaba con el gallego, dudo que esté pesando en mi, así que... (mi corazón se aceleró, tal vez era... " no lo pienses, no lo pienses, se despidió de ti, no es él")

Se volvió a iluminar la pantalla y vi ese nombre.
Alberto, el chico misterioso del parque.

Alberto;
"Buenas casi noches, no sabía si escribirte, pero quería saber como estabas"

Me salió una sonrisa tonta al pensar que estaba pensando en mi mientras debatía si escribirme o no. (Alex, eres un poco tonta, sí, no solo tu sonrisa)

Yo;
"Buenas...¿casi? Noches, estoy bien, después de nuestra charla de hoy, de haber llorado como una magdalena, estoy genial, hoy el día ha empezado mal pero ha acabado muy bien"

Alberto;
"No sabes cuanto me alegro de haber contribuido a mejorar tu estado de ánimo"

Yo;
"Después de eso todo ha ido sobre ruedas"

Alberto;
"¿Puedo saber por qué?"

Yo;
"En resumen, mi abuela me ha regalado un piso que yo misma me encargué de reformar y decorar"

Alberto;
¿Estás de coña? ¿Un piso? Como sois los ricos, no podéis regalaros unas zapatillas de casa"

Yo;
"JAJAJA, díselo a mi abuela, ten por seguro que no tenemos costumbre de regalarnos pisos, coches sí, pero pisos no"

Alberto;
"Claro, lo normal, yo heredé el de mi padre cuando me saqué el carnet y no funcionaba ni el aire acondicionado, el verano pasado casi muero a 40 grados por la autovía con las ventanas bajadas, eso si que era vivir al límite"

Yo;
"JAJAJAJA, lo siento, pero te aseguro que los ricos también pasamos calor"

Alberto;
"Claro, claro, lo que tú digas 🙄, seguro que no tienes piscina en tu chalet para refréscate cuando tengas calor"

Yo;
"Ven a bañarte cuando quieras, ahora en mi nueva comunidad también tengo piscina"

Alberto;
"En la acequia de mi pueblo me baño mejor, pero gracias"

Yo;
"Oye... que grosero, era una invitación real"

Alberto;
"JAJAJA estaba de coña, cuando quieras me paso, estoy de vacaciones toda la semana"

Yo;
"Si quieres mañana mismo puedes venir, te mando ubicación"

¿Acaba de invitar a un desconocido a mi casa?
La respuesta era; sí. ¿Me importaba que fuera un asesino en serie? No. A mi también me gustaba vivir al límite y tener el corazón roto hacía que mi miedo desapareciera. (Quizás en un momento dado me podría defender si intentara atacarme, "JAJA" "no seas ridícula")

Alberto;
"¿Hora?"

Yo;
"Yo a las 10 llego del gimnasio, sobre las 10:15 puedes estar aquí y ya nos bajamos a la piscina"

Alberto;
"Allí estaré, te mando un mensaje cuando esté llegando, he mirado el tiempo y de mi casa a la tuya hay 18 min"

Yo;
"Perfecto, mañana nos vemos"

¿Estaba haciendo una locura?
Apenas conocía a Alberto y ya le estaba invitando a mi casa, si era un asesino en serie o un violador estaba corriendo ese riesgo.
¿Merecía la pena correrlo?
Quizás no, pero quería hacer locuras, estaba en un momento de desajuste mental y en el fondo me daba todo igual. A lo mejor de esto surgía una amistad para toda la vida, eso nadie lo sabía. (Le iba a dar la oportunidad igualmente, vivir sin riesgos estaba sobrevalorado, a la vida hay que darle emociones, pero no sigáis mi ejemplo, es mucho mejor hacer paracaidismo o algo así, también le da emoción a tu vida y también hay posibilidad de morir, pero mucho menos que meter un desconocido a tu casa)

Miré la hora y era casi la hora de cenar, el día había pasando volando, me hice una ensalada y la acompañé con las sobras de la comida, me senté en la mesa del salón y saqué todos mis apuntes de la oposición, por fin, por primera vez después de esos días de mierda pude estudiar sin distracciones, pude leer un párrafo y entenderlo a la primera. (Eso era un logro, no me lo podéis negar, quizás este desconocido estaba haciendo algo bueno por mi, a lo mejor era el principio de ese algo bueno)

Todos los caminos que elegíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora