Alberto.
— No entiendo porque la tienes que traer justo hoy que tu hermana está de parto, de verdad que no lo entiendo — dijo mi madre nerviosa llevándose las manos a la cabeza.
— Mamá, tranquilízate, ¿vale? no es necesario que te pongas así, cuanta más ayuda mejor, ¿no crees?.
— A caso es, ¿médica? ¿Ginecóloga? ¿Matrona? Por favor, Alberto, que te gusta y por eso la has traído y ya está, dilo.
— Sí, me gusta y mucho, pero no la he traído por eso, ella quería ayudar, así que por favor, compórtate porque no la conoces para que hables así de ella — le dije casi susurrando para que Alex no pudiera oírnos.
— Desde luego que las tías hacemos lo que queremos con los tíos y tu, desde luego, no eres la excepción — estaba enfadada y mucho, la presencia de Alex no le había gustado para nada.
— Baja la voz que te va a oír.
— Me da igual que me oiga, es mi casa y hablo como me da la gana — dijo subiendo el tono progresivamente.
— A veces me sorprende tu forma de ser — dije decepcionado por su actitud. — Lo único que debe importarte ahora es Lorena y el bebé, lo único, así que deja esa actitud. — Soltó un bufido de resignación y ambos volvimos juntos hasta la sala donde estaba mi hermana con Alex.
— Pero, por mi que se vaya — dijo antes de que nos pudiera oír. La fulminé con la mirada y levantó las manos a modo de disculpa.Estaban sentadas en el sofá, Alex le sujetaba la mano y mi hermana estaba controlado las contracciones con la respiración como aprendimos en las clases de preparación al parto.
— No me habías dicho que habías ido con tu hermana a clases de parto — dijo Alex sorprendida.
— El padre está en la otra punta del mundo, como tío favorito es lo que me tocaba — contesté haciendo una broma. En las clases aprendí muchísimo, pero siempre hubiera sido mejor que mi cuñado hubiera estado ahí como padre de la criatura, aunque luego tendré algo que contarle a la pequeña como anécdota.
— ¿Dónde está el padre? — preguntó Alex, había olvidado ponerla al día de mi familia, culpa mía.
— Está de misión en el Líbano, es militar — contestó mi hermana.
— Lo siento, no lo sabía — dijo Alex sintiéndose mal.
— La charla está muy bien, pero aquí hay alguien de parto que tiene que ir al hospital.
— Mamá, todavía no es momento de ir al hospital, acuérdate, cuando sean seguidas y de momento no lo son, prefiero quedarme aquí, voy a subir a la ducha y ya os aviso cuando llegue el momento.
— Mi hermana es médica, por eso parece saber de lo que habla.
— Ahora lo entiendo todo — dijo Alex sonriendo. Mi hermana se levantó con cuidado para ir a la ducha, Alex se levantó corriendo para ayudarla. — Si quieres puedo ayudarte.
— Es mi hija, ya la ayudo yo, no te molestes — dijo mi madre de mala manera.
— Mamá, por favor — le gruñó mi hermana.
— Tranquila, avisadme si necesitáis ayuda — dijo Alex con toda la naturalidad del mundo, como si mi madre no acabara de hablarle como si fuera su peor enemiga. Ambas se fueron y nos dejaron a solas, rodeé a Alex con mi brazo y la atraje hacia mi.
— No le hagas caso, está muy nerviosa.
— Tranquilo, no pienso guardarle rencor por esto, pero no entiendo porque me odia, ¿qué le he hecho?
— No te odia, solo cree que no era momento de traer a casa a nadie.
— Vale, en el fondo la entiendo, pero yo solo quiero ayudar.
— Lo sé, preciosa — le di un beso en la frente. — Joder.
— ¿Qué pasa? — dijo acercándose aún más a mi, rozando mis labios con los suyos.
— Me encantas — le confesé.
— ¿Mucho? — siguió con la provocación.
— No sabes cuanto — dije susurrando en sus labios. — Me encanta besarte, tocarte, hacerte el amor... joder — Se mordió el labio y eso hizo que me encendiera aún más. Sabía que se estaba poniendo cachonda, pero yo... yo me estaba poniendo mucho peor, (ojalá estar a solas y follarla como se merece, pensé)
— Creo que no es momento para ponerse así — dijo después de que mi hermana soltara un grito que hizo retumbar toda la casa.
— Yo también lo creo — sonreí y la atraje hacia mi, estrecharla entre mis brazos era la mejor sensación que jamás había experimentado.
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Todos los caminos que elegí
Roman d'amour¿Cuántas veces te has enamorado? ¿Existe el amor para toda la vida? ¿Cómo sabes que estás enamorada de verdad? Esas son las preguntas que se hace Alex, una joven abogada y futura policía. Su vida se verá envuelta en diferentes cambios cuando en su c...