Meet You Again | AU Medieval | [Izuku Midoriya × Lectora]

Capítulo 30 | II. Secretos de los reinos: incidente

No recordaba cuando había sido la última vez en que había visto a alguien temblando de miedo frente a él, aunque estaba pendiente de lo que ocurría en su reino, eran extrañas las ocasiones en que veía a los ladrones frente a frente, prefería dejar en manos de su comandante el castigo final, no porque no lo considerara relevante, sino que tenía cosas más importantes que atender.

La última vez que había visto alguien temblar de miedo frente suyo había sido poco después de la muerte de su esposa, sin embargo, aunque la sensación de superioridad no era ajena a él, era extraña sentirla mientras observaba el cuerpo tembloroso del príncipe Yū sentado en el sofá de la habitación. También, para alguien que había visto crecer a Shōto y que sabía cómo era su personalidad, también era extraño verlo sentado en la otra orilla del sofá, con los brazos cruzados y con el ceño fruncido, como si no tolerara la presencia de Yū a su lado.

—Supongo que saben el motivo por el cual los he llamado. —Ambos príncipes asintieron con la cabeza—. Bien, no quisiera sacar conclusiones precipitadas, Yū, al igual que con tu padre, quisiera que me explicaras porque mi hija estaba ahí junto a ti.

—Bueno...

—Porque es un inepto.

—Shōto, por favor... —murmuró Katsumoto, masajeando el puente de su nariz y suspirando—. Deja que se explique.

—¿Y qué va a explicar? Eso no borrará el hecho de que puso a (Nombre), a una princesa en peligro —respondió el heterocromático de inmediato.

Por un segundo, fue como si estuviera en el pasado, en aquellos días donde Shōto, a pesar de lo serio y callado que se veía, siempre salía a defenderte de otros niños en los eventos sociales, y aunque muy pocos eran los valientes que se atrevían, seguían siendo niños, y no siempre eran conscientes de los niveles sociales a los que pertenecían, por su puesto, entendía su enojo mejor que nadie, pues era quien más interesado estaba porque despertaras, llevaba tanto tiempo cuidando de ti y tu delicado cuerpo que no concebía el hecho de que...

—Majestad. —Alzó la vista, encontrándose con el rostro culpable de Shindō—. ¿Se encuentra bien?

—Por supuesto que no se encuentra bien —intervino de nuevo Shōto, y Katsumoto supo que aquello sería un caso perdido—. Está herido, con su hija inconsciente y...