Sunoo observaba desde una esquina, con las manos descansando sobre la mesa que había estado limpiando, sin poder apartar los ojos de Niki y Jungwon. Los dos conversaban a unos metros de distancia, sus gestos eran animados, las sonrisas amplias y cómplices. Sunoo frunció ligeramente el ceño, una incomodidad extraña recorriéndole el pecho. No era habitual ver a Niki así, al menos no con otros. Esa naturalidad que irradiaba al hablar y reír con Jungwon... le resultaba inquietante. Normalmente, Niki reservaba esa atención para él, siempre pendiente, preguntándole si estaba bien, si necesitaba algo. Era diferente ahora, más suave, menos invasivo, pero no por eso dejaba de estar presente. Incluso cuando llegaba tarde del trabajo o la universidad, Niki siempre le dejaba la cena lista, un gesto que nunca había cambiado.
Mientras observaba a Niki desde la distancia, sus pensamientos comenzaron a divagar. Los momentos más íntimos que compartían no eran grandes ni dramáticos. No había besos robados bajo la lluvia ni promesas susurradas al amanecer. Eran las pequeñas cosas. Niki durmiendo en su cama, las caminatas a la tienda de conveniencia en silencio, las tardes trabajando juntos en proyectos, la música resonando suavemente en la pequeña sala que compartían. A través de esos momentos, Sunoo había empezado a conocer a Niki de maneras inesperadas. Descubrió que le gustaba el rock, algo que jamás habría adivinado, y que su banda favorita era El Cuarteto de Nos. Era un estilo que no coincidía del todo con sus gustos, pero por alguna razón, ahora encontraba encanto en ello.
Pero a pesar de esos detalles compartidos, algo faltaba. Un vacío persistente que latía en su pecho, un peso sordo que no sabía cómo manejar. Nunca se reían juntos de verdad. Los chistes, las bromas, todo parecía perderse en el aire. Sunoo siempre había sido torpe en esas cosas, pero Niki... Niki siempre sonreía, incluso cuando Sunoo no lo hacía. Esa luz que Niki mantenía viva, ese brillo en sus ojos... ¿cómo lo hacía? Sunoo se preguntaba si alguna vez volvería a brillar así.
—¡Sunoo! ¡Tierra llamando a Sunoo! —La voz de Moka irrumpió en sus pensamientos, acompañada por el agitar de sus manos frente a su cara. Sunoo parpadeó, sobresaltado, regresando a la realidad.
Giró la cabeza y vio a Moka sonriéndole con una expresión traviesa mientras removía el tofu en la sartén.
—¿Dónde andas? ¿En Marte? —preguntó con una ceja alzada, tratando de arrancarle una sonrisa.
—Es Saturno —corrigió Kai, quien pasaba a su lado cargando una bandeja llena de platos vacíos.
Sunoo dejó escapar una risa nerviosa, retomando el cuchillo con el que estaba picando la cebolla, aunque sus manos seguían algo tensas.
—Estoy bien —murmuró, bajando la vista hacia la tabla de cortar.
—Tu cara dice lo contrario —Moka dejó la sartén a un lado y se inclinó un poco más cerca de él, tratando de leer su expresión—. Ándale, cuéntame, ¿qué pasa?
Sunoo sintió el calor en sus mejillas y el familiar nudo en su estómago. No sabía cómo poner en palabras lo que sentía, esa maraña de emociones que apenas comprendía. Después de un largo silencio, murmuró, con la voz apenas audible:
—¿Cómo... cómo se supone que alguien puede ser más feliz?
Moka entrecerró los ojos un instante, y una sonrisa suave curvó sus labios, como si entendiera perfectamente lo que pasaba por la mente de Sunoo. Era un sentimiento que había visto antes, en otros, en sí misma. Ese anhelo por algo más, esa duda sobre si estaba bien ser feliz con alguien, como si necesitaran permiso para hacerlo.
—Haz lo que te hace feliz —dijo Moka con firmeza—. Si Niki te gusta, entonces disfruta todo a su lado. Hasta los silencios, eventualmente, los amarás. —Sonrió de oreja a oreja—. Y si es para ti, deja de pensar tanto. Vive, haz amigos, pelea con la vida. Y sobre todo... quiérete a ti mismo. —Lo rodeó con un brazo por los hombros, apretándolo con calidez—. Porque solo hay una vida, Sunoo. Una.
Sunoo asintió lentamente, mordiéndose el labio en un esfuerzo por contener la sonrisa que amenazaba con asomar. Moka volvió a su tarea, canturreando mientras removía el tofu en la sartén. Y Sunoo, en silencio, se quedó con sus pensamientos, dándole vueltas a las palabras de Moka. ¿Realmente disfrutaba su vida como estaba ahora? ¿Qué era lo que más deseaba? Aun con la respuesta colgando en el aire, sabía que lo recordaría pronto.
La noche avanzó con rapidez. El restaurante estaba en pleno apogeo, el bullicio de la cocina llenaba cada rincón. Moka y Yeonjun se movían con destreza entre las ollas y sartenes, la música resonando en el fondo. Sunoo, agotado, continuaba sirviendo platos mientras los cocineros gritaban órdenes, creando una sinfonía de caos y armonía. Niki, como siempre, era el centro de atención. Su rostro seguía atrayendo a los clientes con esa sonrisa fácil, el apodo "salvavidas del puesto de tteokbokki" que Soobin le había dado siendo ridículo, pero sorprendentemente eficaz.
Los meseros, Kai, Soobin y Taehyun, ya comenzaban a recoger y limpiar, preparándose para el cierre. Mientras barrían el suelo y fregaban las mesas, alguien comenzó a cantar, y pronto todo el equipo se unió a coro, sus voces resonando con energía. Niki, con una escoba en mano, comenzó a bailar torpemente, sus movimientos llenos de entusiasmo y diversión.
Sunoo lo observaba desde una esquina, incapaz de contener una sonrisa tímida. Niki lo notó desde la distancia, y por un instante, sus ojos se encontraron. Niki le devolvió una sonrisa genuina, cálida, esa que hacía que el pecho de Sunoo se sintiera ligero y pesado a la vez. Sobresaltado, Sunoo apartó la vista, el calor subiendo a su rostro mientras fingía concentrarse en limpiar una mesa cercana.
—Se nota que te quiere —comentó Yeonjun, acercándose con un montón de ollas sucias. Dejó las ollas junto a Sunoo, y, con una sonrisa pícara, añadió—. Ah, y por cierto, Jake estuvo preguntando por ti.
El nombre de Jake hizo que el corazón de Sunoo se encogiera. Bajó la vista, apretando los labios, sin saber qué decir. El silencio que siguió fue suficiente para que Yeonjun lo entendiera.
—Ya veo... —murmuró, girándose para darle espacio y continuar con su tarea.
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Ya se acerca el final ❤️
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𝘚𝘛𝘙𝘈𝘕𝘎𝘌R 𝘓𝘖𝘝𝘌 ❤️ SUNKI
Фанфик❛ Niki y Sunoo vivían en mundos separados, desconocidos entre sí, hasta que un día, una chispa de misterio en Sunoo atrapó la atención de Niki, desatando una cadena de eventos que cambiarían sus vidas para siempre ❜