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Niki llegó al lugar jadeando, el pecho ardiendo por la carrera frenética. A medida que se acercaba, sus pasos resonaban en el pasillo vacío, donde el eco de sus pisadas era el único sonido que rompía la sofocante quietud. Sabía que algo estaba mal, lo había sentido desde el primer instante, pero nada, absolutamente nada, lo preparó para la escena que encontró al llegar.

La luz tenue apenas iluminaba la figura de Sunoo, atrapado en un rincón oscuro. Sus ojos, tan llenos de vida en otros momentos, estaban ahora cristalizados por el horror, reflejando un sufrimiento tan profundo que hizo que el corazón de Niki se encogiera de dolor. La desesperación y el miedo eran tan palpables en el aire que Niki casi podía tocarlos.

Jay estaba detrás de él, su cuerpo inmovilizando a Sunoo con una brutalidad que Niki jamás había visto. Jay tenía las manos de Sunoo forzadas hacia atrás, sus propios pantalones bajados, y una de sus manos cubría la boca de Sunoo, ahogando cualquier grito, cualquier ruego de auxilio. La imagen se grabó en la mente de Niki como una pesadilla que no podía creer real. La desesperación en los ojos de Sunoo, esa súplica muda, lo llenó de una rabia tan intensa que sintió como si su pecho fuera a estallar.

Sin pensarlo dos veces, Niki se lanzó hacia ellos con un grito ahogado de furia, su cuerpo movido por una fuerza que no sabía que tenía. Con toda la potencia que pudo reunir, su puño chocó contra la mejilla de Jay, el golpe resonó en el pasillo como un disparo, y Jay cayó al suelo, aturdido por el impacto. No hubo tiempo para respirar, Niki se inclinó de inmediato hacia Sunoo, envolviéndolo en sus brazos, desesperado por alejarlo de aquel horror, por protegerlo de la oscuridad que los rodeaba.

—Sunoo... —susurró con una mezcla de angustia y amor profundo—, lo siento tanto... No debí dejarte solo. —Mientras lo sostenía, su voz se quebraba—. Nunca quise que sintieras esto, nunca quise que te lastimaran... —Lo levantó con sumo cuidado, como si temiera que pudiera romperse aún más—. Voy a protegerte, lo prometo. No dejaré que nada ni nadie vuelva a hacerte daño —le dijo, intentando ocultar el temblor en su voz con una sonrisa forzada, mientras le daba un beso en la frente, esperando que ese pequeño gesto pudiera aliviar, aunque solo fuera un poco, el dolor que Sunoo estaba sintiendo

Jay, aún en el suelo, soltó una risa baja, cargada de malicia, que resonó como un eco siniestro en las paredes vacías del lugar. La sangre goteaba de su mejilla, cayendo al suelo en un ritmo lento, pero no parecía importarle. Se levantó con dificultad, limpiando la sangre de su boca con el dorso de la mano, y se acercó a Niki con una sonrisa torcida, desafiando la furia que veía en sus ojos.

—¿Realmente piensas que puedes salvarlo? —murmuró Jay con un tono burlón, sus palabras cargadas de veneno—. Esto no es nada nuevo para mí, Niki. Sunghoon... Sunghoon siempre fue tan fácil de manipular, tan sencillo de doblegar cuando está drogado. — Hizo una pausa, saboreando las palabras antes de continuar—. Pero Sunoo... Sunoo siempre fue intocable, un desafío que nunca pude superar. Y ahora tú, vienes aquí, ¿y crees que puedes cambiar las cosas? Eres patético.

Niki lo miró fijamente, sus ojos ardiendo con una mezcla de dolor, incredulidad y un odio creciente.

—¿Qué te hicimos para que nos odies tanto? —dijo Niki, su voz temblando por la confusión y la furia contenida—. Éramos amigos, Jay. Compartimos risas, sueños... ¿Cómo pudiste dejar que todo eso se marchitara en ti? ¿Qué ganaste al destruir a quienes te importaban?

Jay lo miró por un momento, su expresión era de una frialdad que helaba la sangre.

—¿Amigos? —respondió, su tono lleno de amargura—. Eso es solo una palabra vacía, Niki. Amistad, lealtad, amor... todo son mentiras que nos contamos para sentirnos menos solos. Pero al final, ¿qué queda? Nada. Solo el poder que tienes sobre los demás, la capacidad de romperlos antes de que puedan romperte a ti. Eso es lo único real. Y Sunoo... él era el único que me hacía sentir que podía ser más que esta oscuridad, pero me rechazó. Me demostró que incluso yo no puedo escapar de lo que soy. Así que... si no puedo tener su luz, prefiero apagarla.

La burla en la voz de Jay, su desprecio descarado, encendió algo en Niki que no pudo contener. Su cuerpo se movió por instinto, sus músculos tensándose con cada palabra que salía de la boca de Jay. Con un rugido de furia, Niki levantó una pierna y le lanzó una patada al estómago, haciendo que Jay se doblara de dolor.

—¡Eres despreciable! —escupió Niki, con los dientes apretados, y sin pensarlo, le asestó otra patada, esta vez en la cara, enviándolo al suelo—. Un maldito monstruo sin corazón. Gente como tú es la razón por la que desconfío de todos... ¡Eres un maldito bastardo! —gritó tan fuerte que su voz resonó en los pasillos, atrayendo murmullos a su alrededor.

Jay tosió sangre, el líquido rojo manchando el suelo a sus pies. Pero la furia no lo detuvo. Con una fuerza renovada por la desesperación, se lanzó sobre Niki, agarrándolo del pie y derribándolo al suelo. Lo golpeó con todas sus fuerzas, desatando una violencia ciega, desesperada, que Niki apenas pudo bloquear.

Mientras los golpes resonaban en el espacio vacío, Sunoo observaba la escena desde su rincón, sus ojos muy abiertos, incapaz de moverse. El sonido de los cuerpos chocando, los gritos de rabia, y la sangre que comenzaba a esparcirse por el suelo lo devolvieron a un recuerdo aterrador, uno que había intentado olvidar. Recordó el día en que la mujer que lo cuidaba fue asesinada, la sangre que cubrió el suelo, los gritos de dolor. El terror lo consumió, y su pequeño cuerpo se hizo un ovillo en el suelo. Comenzó a llorar en silencio, ahogando los sollozos en sus delgados labios, mientras su pecho se contraía con una angustia que le impedía respirar.

Cada golpe, cada grito, le rompía el alma, sumiéndolo más en la oscuridad de su propio miedo, atrapado en un ciclo de desesperación del que no podía escapar.

Sunoo estaba teniendo un ataque de pánico tanto que olvido como respirar.
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Holaaa bbs, estamos en el punto decisivo donde se acerca el final. Pensaba alargarlo más, pero no, porque quiero mostrarle una parte del desarrollo de la relación de Sunoo con Niki.

Mañana subiré dos capítulos ❤️

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𝘚𝘛𝘙𝘈𝘕𝘎𝘌R 𝘓𝘖𝘝𝘌 ❤️ SUNKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora