34 [JAKE SHIM]

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Semanas después del juicio de Jay.

Sunoo se mordía las uñas con ansiedad, mientras avanzaba con pasos nerviosos por el campus de la universidad. No había venido para asistir a clases; su propósito era encontrar a Jake, quien recientemente se había mudado a Corea para estudiar en una prestigiosa universidad. Sunoo había querido estar aquí para hablarle de todo, cada detalle minucioso de su vida, incluso de su pasado. Finalmente, entre la multitud de estudiantes que salían, lo vio. La cabellera negra de Jake se destacaba fácilmente y, al reconocerla, un profundo alivio se reflejó en el rostro de Sunoo.

Jake, que estaba inmerso en una animada conversación con sus compañeros, levantó la vista y su semblante se iluminó al ver a Sunoo. Sus ojos se abrieron de par en par y una sonrisa cálida apareció en su rostro.

—Me dio un infarto verte —dijo Jake con un tono que oscilaba asombro. Lo abrazó con fuerza, sus brazos envolviendo a Sunoo en un gesto de sincero afecto mientras sus dedos jugueteaban con los mechones de cabello de Sunoo—. ¿Viniste solo a verme o hay algo más?

Sunoo soltó una risa ligera y se zafó del abrazo de Jake, sus manos moviéndose nerviosamente en el aire mientras se apartaba.

—Ambas cosas, ¿no se puede? —respondió Sunoo con una sonrisa tímida, una pequeña curvatura en los labios que Jake percibió con una mezcla de curiosidad y sorpresa.

—Me prometiste una comida de pollo BBQ —dijo Jake, puchereando los labios con una expresión de fingida indignación. Sunoo asintió y los dos comenzaron a caminar hacia el restaurante cercano, el bullicio del campus desvaneciéndose a medida que se alejaban.

No se habían visto desde que Sunoo estuvo internado. Durante ese tiempo, Jake había sido una presencia constante a su lado, visitándolo cada vez que podía. Su apoyo inquebrantable durante aquellos días difíciles había demostrado el verdadero valor de su amistad. Ambos, con sus planes futuros, habían dejado de jugar, aunque Sunoo a veces insistía en mantener la intensidad de su relación. Se mantenían en contacto a través de llamadas y mensajes, aunque Sunoo a veces olvidaba responder, forzando a Jake a enviarle recordatorios con un toque de broma para que no lo ignorara.

Mientras comían en el restaurante, una cálida luz de atardecer se filtraba a través de las ventanas. La conversación fluía sin esfuerzo, mezclada con risas y anécdotas compartidas. Aunque Sunoo sintió su teléfono vibrar varias veces, decidió ignorarlo y concentrarse en la compañía que tenía frente a él.

—¿Te adaptaste bien? —preguntó Sunoo, su voz mezclada con un tono de incredulidad. Aún le sorprendía que Jake estuviera en Corea, y lamentaba no haber podido darle una bienvenida adecuada cuando llegó.

—Ir a la preparatoria es bastante diferente a ser estudiante universitario —dijo Jake con una actitud despreocupada, su voz teñida de casualidad. No respondió directamente a la pregunta de Sunoo, quien soltó una risa suave en respuesta.

—Te sugiero que disfrutes de tu adolescencia mientras puedas, Jake —dijo Sunoo, su tono juguetón pero con un matiz de seriedad. Jake, al escuchar esto, rodó los ojos con una mezcla de exasperación y resignación.

—Apesta tener diecisiete años —se quejó Jake, mientras llenaba su boca con un trozo de pollo. Sus palabras estaban cargadas de frustración, como si intentara desahogar su descontento—. Daría todo por ser legal para poder tener una relación contigo.

Sunoo tragó el refresco con dificultad, sintiendo el líquido arder en su garganta. La sorpresa y el dolor le hicieron toser mientras el refresco pasaba. Se dio cuenta de que el comentario de Jake no era una broma simple, sino una expresión de sentimientos profundos.

𝘚𝘛𝘙𝘈𝘕𝘎𝘌R 𝘓𝘖𝘝𝘌 ❤️ SUNKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora