La luz tenue se escapaba entre las enormes cortinas rojas, acariciando el rostro pálido de Niki, quien se encontraba sumido en un profundo sueño. Se removió entre las sábanas blancas, molesto por la luz creciente, y de repente, el estridente sonido de la alarma lo sobresaltó, haciéndole abrir los ojos de golpe.
Con un dolor de cabeza punzante, suspiró mientras se incorporaba en la orilla de la cama. La fiesta de bienvenida al nuevo ciclo escolar de la noche anterior le había pasado factura, especialmente después de que Sunghoon lo embriagara más de lo debido. Estiró el brazo para coger su celular y vio un mensaje de Jay: "La cruda es tremenda, hombre. Llega temprano hoy; la maestra dijo que les pondrá inasistencia a los que no lleguen a la hora". Sus ojos se toparon con la hora, y al ver que solo tenía 30 minutos para arreglarse, dejó caer el teléfono sobre la mesa y corrió al baño.
Maldiciendo por lo bajo, agarró sus últimos libros y salió de su cuarto. En la cocina, Sunoo ya estaba sentado en la mesa con un enorme plato de cereal, mirando algún drama en su teléfono. La oscuridad llenaba toda la cocina. Niki pasó solo para servirse un vaso de jugo de naranja y coger sus barritas energéticas, indispensables para aguantar toda la mañana hasta que terminen las clases extracurriculares.
Cada fin de semana, la clase se sumaba a su ya apretada agenda. Aquellos con excelentes calificaciones no tenían problema en tomarlas, siempre manteniéndose a la par gracias a su inteligencia. Pero para Niki, cada minuto de estudio era crucial. No le importaba repetir el mismo material en clases extras; le gustaba quemar neuronas. Niki era dedicado a sus estudios, ahora más que nunca, estando en la universidad lejos de su casa. Estudiaba casi 18 horas al día y, si podía, leía antes de dormir. Entró a la universidad con el mejor puntaje, y sabía que no iba a ser el único mejor; había diez personas más que nunca asistían a clases extras porque sus padres ricos les permitían tomar tutorías privadas. Niki se preguntaba si Sunoo estudiaba, viéndolo tan tranquilo desayunando en la mesa sin preocupaciones. A veces ni sabía por qué Sunoo se levantaba temprano, y solo lo ignoraba.
Quería decirle algo, al menos saludarlo después de la conversación incómoda en la playa. Tragó duro el jugo de naranja y, al terminar, dejó el vaso en el lavaplatos.
—Buenos días —carraspeó tenso.
Sunoo levantó la vista brevemente, con una expresión de desagrado, y volvió a su teléfono sin responder. Niki decidió no insistir y salió del dormitorio, observando la hora. Era tarde y comenzó a correr.
Llegó dos minutos tarde y maldijo en silencio mientras la maestra le daba un sermón. Es la primera vez que llegaba tarde, pero no la primera vez que recibía un regaño.
—Nishimura, evitemos estas situaciones de nuevo —aclaró la maestra Kim, indicándole que volviera a su lugar.
Al llegar a su butaca, Jay le pegó en el brazo de manera burlona y le sonrió sarcásticamente.
—Ni porque corriste, estudiante número cinco de la clase —dijo Jay, jugando con sus hebras de cabello.
—Me pegaron los tragos —respondió Niki con desdén.
—No es tan malo llegar tarde una vez —puntualizó Jay, dejando caer su cabeza en sus brazos—. Mientras la maestra espera a los demás, dormiré... un rato.
Niki murmuró algo que Jay no alcanzó a escuchar. En la entrada, Park Sunghoon hacía su aparición.
—Joven Park —la maestra se paró enfrente, haciendo que Sunghoon se sonrojara.
Niki, desde lejos, rodó los ojos. "Es tan estúpido Sunghoon", pensó al ver la escena.
—Maldita sea —la queja llegó rápidamente desde la izquierda de Niki—, siempre me reprenden.
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𝘚𝘛𝘙𝘈𝘕𝘎𝘌R 𝘓𝘖𝘝𝘌 ❤️ SUNKI
Fanfic❛ Niki y Sunoo vivían en mundos separados, desconocidos entre sí, hasta que un día, una chispa de misterio en Sunoo atrapó la atención de Niki, desatando una cadena de eventos que cambiarían sus vidas para siempre ❜