Aquellos que amamos tienen la capacidad de infligirnos las peores cicatrices. Porque ¿Existe algo más frágil que el corazón humano?
Bridgerton.
Dylan
Estar enfadado era la emoción más común y la más normal que podía sentir en aquellos momentos. Es decir, la única persona que en cierto modo siempre había sido totalmente transparente conmigo me clavó un puñal por la espalda.
Así que sí, enfado y quizás un poco de tristeza era lo más común que podía sentir; Sin embargo, lo que residía en mí era más decepción que cualquier otra cosa.
Porque le di toda mi confianza a ella, en serio que lo hice, y ese acto me explotó en la cara. No entiendo como el ser humano puede llegar a ser tan ingenuo.
Toda la situación empeoró cuando al salir me crucé con mi papá, los padres de Quinn, su hermana y Tommy.
Crucé unas palabras frías con Dave y entré a casa yendo directo a mi habitación. Necesitaba dormir, necesitaba creer que al despertar me daría cuenta de que todo había sido parte de un muy mal sueño; todo tenía que ser irreal o un error.
A pesar de lo temprano que era me esforcé en dormir, pero nada estaba resultando como yo quería. Solo al instante de cerrar los ojos mi padre entró a mi habitación.
No hice el esfuerzo de levantarme de la cama, me quedé viendo el techo perdidamente.
—Dylan, tenemos que hablar.
No respondí.
—Dylan—insistió papá.
Suspiré y pasado unos segundos me incorporé, y me giré hacia donde Dave. Estaba apoyado en el marco de la puerta, con las manos en los bolsillos, observándome muy cauteloso.
Nos mantuvimos en silencio unos dos minutos, él esperándome a mí y yo intentando poder pronunciar aquellas palabras que me apuñalaban la mente y la garganta.
—Yo... yo la vi con alguien—suspiré. Bajé la cabeza—. No hacían nada, pero te juro que... que había algo más.
Es jodido ver cómo alguien con quien crees tener una conexión única, parece estar más unido a otra persona que obviamente no eres tú.
—Es su novio.
Lo que me dijo Dave no me sorprendió, solo asentí y dado unos segundos subí la cabeza y lo observé fríamente.
—¿Por qué no me lo dijiste?
Intentó acercarse, pero me puse de pie y automáticamente él se detuvo. Estaba calmo a pesar de la situación, pero yo, en cambio, empezaba a sentir como mi sangre hervía.
«Miles de oportunidades para contarme y no lo hiciste» pensé.
—¿No me responderás?—le insistí.
—Te dije que mantuvieras tus distancias.
Lo miró incrédulo.
—Pues mira hasta donde nos ha llevado la buena relación de confianza que tenemos.
Me di la vuelta y caminé hasta la ventana.
—No intentes cambiar de tema.
—¡Y tú no intentes ser ahora un buen padre!—exploté. Ya no lo soportaba más. Volví a acercarme a papá que se había quedado en blanco luego de mi contestación—. Tú me dejaste solo cuando mamá moría. No tenía a nadie para hablar más que a ti y tú... tú solo te hiciste a un lado .—Sacudí la cabeza, los recuerdos llegaron a mi mente— luego ella se fue y creíste que podías intentar retomar una relación de padre e hijo que nunca tuvimos.
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Dylan y Quinn
Teen FictionDylan y Quinn. Dos personas tan distintas y tan iguales a la vez que se complementaban a la perfección el uno con el otro. Aunque no estoy tan segura de que uno de ellos lo quisiera creer del todo. Hay veces en la vida que la cosas pueden llegar a s...