Capítulo 26

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Quinn

Intentar encontrarte luego de estar tanto tiempo perdida se vuelve difícil cuando, en realidad, no sabes a quién buscas.

Pensé que retomar mi rutina sería un buen comienzo.

Y lo fue.

Solo una semana.

Me despertaba y me quedaba demasiado tiempo en la cama. Mamá había empezado a entrar para obligarme a salir de ella; en el desayuno comía por obligación, y en la escuela me movía y actuaba de forma automática. Mis momentos más tranquilos eran en las prácticas o en el salón de música con Blake. Almorzábamos ahí, y ella también se dedicaba a contarme sobre las increíbles fotos que había logrado sacar de mis entrenamientos y que serían portada del periódico la próxima semana.

Sí, eso me relajaba muchísimo.

Pero volvía a casa y solo quería meterme en la cama y no mover un músculo más. No me pesaba el cuerpo, pero sí un poco la vida.

Lo más molesto era que los deberes no terminaban cuando regresaba a casa de la escuela. Todavía tenía que cenar, hacer las tareas... y entonces dormir para que el siguiente día fuera lo mismo.

Despertar forzado, desayuno forzado, clases interminables —poco alivio con mi hermana o en el campo de fútbol—; regreso a casa, cena aburrida, tareas confusas, sueños horribles, y vuelta al principio.

Todo era así de monótono, triste.

Y eso porque no quería agregarlo a él a la lista. Aunque lo veía tan poco que una parte de mí quiso creer, quizás para no sentirme tan mal, que todo lo ocurrido —incluyéndolo— nunca sucedió en realidad. Que era un mísero producto de mi imaginación.

Ojalá hubiese sido así.

...

Dylan

Las semanas pasaron, el tiempo continuó avanzando con normalidad y yo me dejé llevar por él.

Me centré en las clases, en los entrenamientos con el equipo, hacer amigos... esas cosas normales, tranquilas. Incluso seguía ayudando a Dave en el taller. No habíamos arreglado nada, y no sabía si lo haríamos; solo iba allí porque necesitaba distracción y además sabía que a papá le gustaba que lo ayudara.

Sí, esa era mi rutina.

Me mantenía en un estado que estaba lejos del enfado y la tristeza.

Me funcionaba.

A veces.

Algunos días me levantaba con ganas de salir corriendo, y la verdad es que lo hacía.

Madrugaba y me iba a correr por todo el vecindario; en ocasiones corría hasta llegar al inicio de la horrorosa carretera del bosque. Allí me quedaba unos minutos y luego regresaba.

Mi día —o más bien mi mente— también se iba al traste cuando cierta persona aparecía en escena. La evitaba lo más que podía, pero ciertas veces al día mi atención recaía, sin yo quererlo, en ella. En sus sudaderas de diferentes equipos deportivos, en su cabello, en sus ojos, en todo.

Quinn parecía estar bien, no lucía afectada. Me pregunté si a ella le dolía el corazón tanto como me dolía a mí.

Deseaba poder desaparecer todo lo ocurrido e iniciar de nuevo. Sin drama ni discusiones tontas. Sin nada de ello.

No entendía por qué no fue así desde el principio.

...

Quinn

Necesitaba eliminar el mal residuo del último año o me consumiría.

Dylan

Tenía que encontrar el punto exacto en que todo se torció para empezar a enmendar las cosas desde allí.

Quinn

Si quería poder pensar con calma en cómo arreglar las cosas con Dylan, tendría que drenar mi mente de todo lo demás que también arrastraba conmigo.

Además, él también necesitaba su espacio y ya me había dicho que por un tiempo no quería verme. Así que si algún día estaba listo para hacerlo, yo también lo estaría.

Dylan

Para poder intentar perdonar a Quinn, tenía que dejar de pensar en ella y en lo que hizo. Tenía que dejar de preguntarme por qué no confió en mí.

Y en realidad, había cosas más serias e importantes que arreglar. Por ejemplo, la relación con mi padre; sí, necesitaba relajarme, enfocarme, y luego, cuando realmente ya no sintiera nada negativo al respecto, hablaría con Quinn.

Quinn

Así que ese era mi plan: concentrarme en mí y en mis cosas primero.

Si lo de Dylan nunca se daba, entonces sería una simple historia de terror que podría contar en el futuro.

Una donde yo era la villana.

Dylan

Y bueno, eso es lo que haría: centrarme verdaderamente en lo importante y no pensar en ella. O al menos no pensar tanto en ella.

Si al final nunca lograba perdonarla, entonces Quinn solo se convertiría en un viejo recuerdo.

Uno que, contra todo pronóstico, yo apreciaría mucho.

Quinn

Aunque la verdad...

Dylan

Pero la realidad...

Quinn

... Era que yo necesitaba un final para ambos.

Dylan

... Era que yo quería un final feliz para ambos.

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⏰ Última actualización: Oct 28, 2024 ⏰

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