Capítulo 2.

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– Maldita sea, ¡MALDITA SEA! – gritaba enojada Freen mientras dejaba la carta del banco en su escritorio. Se levantó de la silla de un tirón, la vena de su cuello se asomaba considerablemente y parecería estar a punto de estallar. La situación se estaba saliendo de sus manos, no entendía que estaba sucediendo, desde que estaba allí al mando nada se había salido de control. Pero ahora cada día parecía estar importado desde el infierno.

Buscó su bolso y saco una cajetilla de cigarros, encendió uno aspirando el humo sintiendo como invadían sus pulmones buscando un alivio. Observó las calles desde la gran vista que le ofrecía su oficina, todas las personas caminaban a paso apresurado, podía verlos a todos pero nadie la veía a ella, podía sentirse superior pero no lo hacia, en algún momento estuvo en el lugar de cualquiera de ellos.

Unos toques en su puerta la sacaron de su pensamiento, inhaló un par de veces más y apago el cigarro casi a la mitad de él.

– Adelante – dijo lo suficientemente alto mientras rociaba con un poco de spray para eliminar el olor a cigarro.

La puerta se abrió y unos segundos después apareció Becky, con su típico bastón y una pequeña sonrisa en su rostro, Freen sonrió inconscientemente al observarla, era hermosa. Sacudió la cabeza intentando alejar ese pensamiento, tenían apenas dos días trabajando juntas y a pesar de que el día anterior no se habían visto ni una sola vez Freen no dejaba de pensar en sus ojos miel y se castigaba por eso, ¿Qué tenían esos ojos? No la podían ver, pero la primera vez que sintió que la miraba fijamente parecía que podía desnudar toda su alma, como si supiera todos sus secretos, pero no, esos ojos no podían saber nada, era imposible.

– Escuché que gritabas, ¿esta todo bien?, no sabia que fumabas – Habló caminando tranquila hasta tocar la el sillón y tomar asiento.

– ¿Cómo sabes que...

– Cuando eres ciega, tus otros sentidos se agudizan. Deberías buscar otro spray ese no te va ayudar a desaparecer el olor – dijo con una pequeña sonrisa mirando a un punto fijo

Freen levantó una ceja y juraba que tenia un gesto gracioso en el rostro

– Gracias por la sugerencia – Agradeció sinceramente – ¿Qué te trae por aquí? – dijo intentando ser amable a pesar de su molestia

– Ya te dije, escuché que gritabas, solo pase a "ver" que todo estaba bien—Dijo haciendo comillas sonriendo por su cruel broma –

Freen frunció el ceño, no era gracioso. Suspiró y se sentó en la silla tras el escritorio observando a la mujer en el sillón

– El banco – murmuró

El rostro de Becky se torno serio y no pasó desapercibido por la pelinegra

– Freen, alguien esta robando acciones y dinero de aquí. Hay que investigar eso ¿sabes? Un par de meses mas y terminaremos en quiebra

Freen rió con burla, odiaba, no, detestaba que le dijeran que debía hacer. Y su temperamento tampoco ayudaba cuando algo así pasaba.

– ¿Qué vas a saber si solo tienes dos días aquí? – atacó fríamente

Becky se tenso ante el cambio brusco de la mujer

– Solo te est...

– No me digas lo que tengo que hacer Señorita Becky – escupió con atisbo de rabia. Becky mantuvo la calma, lo ultimo que quería era tener problemas con su recién socia, pero tampoco dejaría que el trato cambiante de Freen pasara sobre ella.

– Te recuerdo que soy tu socia Señorita Freen – respondió haciendo énfasis en el señorita – esto que sucede es mi problema también y estoy aquí para solucionarlo –finalizó levantándose con calma

𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐎𝐒𝐂𝐔𝐑𝐈𝐃𝐀𝐃 || 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora