Final

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Dos años después

El sonido tranquilo del mar estaba presente, la decoración de flores blancas y azul claro se notaban en la lejanía. Dos grupos de sillas esperaban ser ocupadas y en medio de ellas un camino de seda blanca. Aquel medio día una pareja le daría continuidad a un gran amor que se había florecido hace mucho. Becky y Freen habían recorrido al menos 7 países esos dos años, conocieron, vivieron y consumaron su amor en cada uno de ellos, no se puede negar que tuvieron discusiones pequeñas pero eran más que todos por problemas en decisiones de la empresa, Freen cedió la mayoría de las veces ante las palabras de su futura mujer.

Amanda las acompaño a uno de esos viajes, específicamente para Israel. Un lugar que la mujer había deseado ir desde que tenía memoria y ahora lo estaba haciendo con su nieta y Freen.

Flashback

– Todo es tan hermoso – se escuchaba la voz anciana de la mujer – gracias mis niñas, por permitirme esta aventura – agradecía la mujer con ojos llorosos ante la inmensidad del templo de Jerusalén

– Gracias a ti por acompañarnos nana, sabía que esta vez no te podías negar

Las tres rieron ante esas palabras que estaban totalmente ciertas. En los viajes pasados le rogaron an Amanda acompañarlas para que saliera de su vida rutinaria, pero esta se negaba rotundamente hasta que a Freen se le ocurrió la idea de aquel religioso destino.

– Ya puedo morir en paz – se escuchó decir en bajo la anciana siendo escuchada por las otras dos

– No digas eso Amanda, aun tienes vida por delante – regaño levemente Freen

– Tienes razón – rio con nostalgia la señora – sigamos caminando, quiero conocer más.

Pero había algo detrás de esas palabras que le dejaron un sabor amargo y lleno de miedo a Becky, quien fue incapaz de decir una sola palabra respecto a aquello. Decidió callar y seguir disfrutando junto a su abuela adorada, no sabía que le deparaba el destino.

Luego de un par de días estaban de nuevo en su ciudad natal, volvieron al trabajo y Amanda a sus quehaceres normales de ama de casa. Se había negado a dejar de hacerlo a pesar de que Freen le había dicho conseguir alguien que hiciera su trabajo para que ella descansara. Pero la mujer se negó alegando que ¿Qué haría ella después? Y así fue, hasta el sol de ese día.

– ¿Te parece si llevamos a nana a cenar fuera? – Le preguntó Becky a su prometida, ya a punto de salir de la oficina.

– No es mala idea cariño, llámala y avísale que pasaremos por ella― sugirió guardando unas carpetas

– Vamos a sorprenderla, igual ella no tarda mucho en arreglarse. Sabes como es.

– Tienes razón cielo, en unos minutos salimos. Déjame termino de acomodar todos estos papeles.

– ¿Quieres que te ayude? ― Se ofreció la menor

– No, no te preocupes. Ya voy a terminar.

Unos 20 minutos después se encontraban aparcando fuera de la casa de los Armstrong, Becky se bajó del auto siendo seguida por Freen. Llegaron a la puerta, la ojimiel saco su llave y abrió. Las luces estaban apagadas, un par de veces alzo la voz llamando a su nana sin recibir respuesta.

Su corazón empezó a martillar fuertemente, algo estaba mal.

Caminaron hasta llegar a la sala y la imagen, esa imagen no la olvidarían nunca. Amanda se encontraba reclinada en un sillón, respirando con dificultad y con unas lágrimas en sus ojos, su mano derecha posaba sobre su pecho izquierdo. Observó con dificultad la presencia de aquellas dos mujeres y sonrió.

𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐎𝐒𝐂𝐔𝐑𝐈𝐃𝐀𝐃 || 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora