Capítulo 33.

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– No entiendo porque tienes que venir con nosotras Charlotte

– ¡Porque haré sus vacaciones más divertidas!

– No puedo creerlo.

Las vacaciones ya estaban encima de las tres mujeres, Freen decidió que las Islas Canarias sería una buena idea para que Becky conociera ese gran y hermoso turismo de playas. Todo iba bien hasta que Charlotte como siempre entrometida donde nunca la llaman se auto invito a sus vacaciones. Becky estaba divertida con toda la situación y no le molestaba en absoluto la presencia de Charlotte, a diferencia de Freen que parecía frustrada en su interior.

Había pasado un par de semanas, donde había llegado a su fin el juicio con Nop y Elizabeth.

Flashback

Se encontraban todos en la sala del juzgado, el juicio no fue nada complicado ya que las pruebas eran más que contundentes en contra de Nop y Elizabeth. Freen fue presentada en el estrado sin ningún tipo de problema, pasó al menos una hora cuando la jueza hizo la pregunta que todos esperaban.

– ¿El jurado está listo para la declaración? – preguntó al jurado conformado por 12 personas.

– Si su señoría – hablo una mujer de alrededor de 40 años.

– ¿Cómo encuentran a los acusados Nop Racht y Elizabeth De Armstrong?

– Encontramos a los acusados, por el cargo de secuestro extorsivo... culpables

– ¡Maldita Freen! ¡Vas a pagar por esto! – se escuchó de inmediato los gritos de Elizabeth dirigiéndose a Freen que abrazaba a Becky, mientras que Nop miraba el suelo intentando creer todo lo que pasaba.

– Abogado, controle a su cliente. En la corte suprema, se indican 20 de años de prisión para ambos acusados sin derecho a libertad condicional. Se cierra la sesión – terminó la jueza dando ese famoso golpe con el martillo.

Los policías se acercaron a los acusados para sacarlos de allí, Nop no opuso resistencia ya resignado, pero Elizabeth se oponía totalmente, gritando con euforia

– ¡Malditas sean las dos! ¡Becky res solo una bastarda, al menos me encerraran pero tú siempre serás una bastarda, hija de una maldita muerta de hambre!

Gritaba la mujer mientras Becky la miraba con lágrimas en los ojos, confirmando algo que su corazón le había dicho hace mucho. Sintió una mano arrugada acariciando sus dedos, giró a su lado con los ojos llorosos, observando a su nana que se encontraba de la misma manera, se alejó de Freen para acercarse a los brazos de la señora que desde siempre la había querido más que aquella mala mujer.

– Lo siento mi niña

– ¿Tu lo sabias? – preguntó en un susurro la ojimiel

– Si mi niña, pero no era yo quien debía decirte

– Entonces... – subió la mirada hacia aquel rostro con arrugas –¿Quién es?

Es ahora o nunca, pensó la mujer. Al fin y al cabo era un secreto que pronto debía saber y esperaba su pequeña no la odiara por eso.

– Mi niña, hay una historia que necesitas saber pero no es el momento de contarla. Prometo que algún día lo hare, pero por ahora...  – Suspiraba la mujer viendo aquellos ojos miel esperando – yo soy tu abuela Becky.

Más allá de molestarse, Becky sintió una alegría enorme, algo que no cabía en su pecho. Ahora las lágrimas que empezaban a correr no eran de tristeza si no de felicidad.

– Lamento no ser una persona digna, mi niña. Pero es la realidad – contó la mujer con dolor al ver las lágrimas en el rostro de su nieta.

– Me hace feliz que seas mi abuela – habló por primera vez Becky, todo esto siendo observado por Freen que estaba conmovida – Me diste cosas que no se pueden comprar, gracias a ti estoy aquí, siendo mas fuerte.

𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐎𝐒𝐂𝐔𝐑𝐈𝐃𝐀𝐃 || 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora