Entrevistándote a besos - Juantin

12. love is embarrassing

Ayer, de vuelta a casa, note a Juanjo mucho más relajado, riendo y hablando tranquilamente. Además, está mañana ya ha venido a clase, y además de eso, ha estado muy activo y dando muchas ideas que está vez sí que nos ha servido bastante para orientarnos y saber por dónde queremos ir en el trabajo. Hemos pensando en centrarnos en nuestro futuro. En donde nos vemos y que queremos hacer con nuestra vida. A lo mejor, así, encontramos algo en lo que basarnos a la hora de realizar la entrevista.

Ahora, estoy de camino a la entrada de mi escuela de baile junto a Denna, la cual me está contando lo que ha hecho este fin de semana.

-Y, pues, después fuimos al cine... La verdad es que la película fue muy aburrida, no te la recomiendo. Pero...- se frena en la entrada, mirando algo frente a ella- ¿Qué hace aquí Juanjo?

Me giro en redondo en cuanto oigo su nombre, y, tal como me ha dicho Denna, me encuentro a Juanjo en la entrada, con una de esas sonrisas suyas que te alegran el día.

Frunzo el ceño, preguntándole con la mirada que que hace aquí, a lo que él se encoje de hombros.

-Me apetecía verte- me susurra, cuando me saluda con un, para mí opinión, corto abrazo.

-Pero bueno, Juanjo, ¿qué haces tú por aquí?- le pregunta Denna, cuando este va a saludarla, con un abrazo al igual qué a mí- Cuando te lo pedí yo casi te lo tuve que suplicar.

-Nada, había quedado con Martin y como me aburría pues me he pasado un rato antes.

-Qué bien chicos, ¿y qué vais ha hacer?- nos pregunta, está vez a ambos.

-Vamos a ver una serie.- digo yo, simplemente, porque eso es lo que vamos a hacer.

-Que guay. Bueno, yo me tengo que ir, que los estudios no se sacan solos. Ya nos vemos otro día.

Ambos nos despedimos, para después dirigirnos al metro.

-¿Por qué has venido?- pre pregunto esta vez, a pesar de ya saber la respuesta.

-No sé. No tenía nada que hacer y quería verte.

-Pues no vamos a ver la serie hasta dentro de un rato. Todavía me tengo que duchar.

-No te preocupes, si quieres puedo ayudarte a ducharte para que lo hagas más rápido.- insinúa, levantando y bajando las cejas, lo cual provoca que mi cara se convierta en un tomate y yo le pegue en un brazo, avergonzado.

Tan solo la simple idea de ducharnos los dos juntos hace que sienta muchas cosas que no debería estar sintiendo en estos momentos, así que intento sacármela de la cabeza.

-¿Pero que dices? No tengo tres años, puedo ducharme solo.

-Bueno, como tú prefieras. Yo no tengo problema, así que si cambias de opinión...

-¡Calla ya!- le grito, nervioso y avergonzado. Si no para de insinuar cosas por el estilo, siento que en cualquier momento voy a explotar.

Pasamos el resto del camino hasta mi casa en silencio. El, porque está a lo suyo y yo porque sigo pesando en lo que ha dicho. ¿Porque ha insinuado eso? ¿Será acaso que siente algo por mí? No, no creo, solo habrá hecho una simple broma para hacerme ver que está bien. Osea, me refiero, ¿porque lo diría ahora cuando llevamos conociéndonos tantos años? Si sintiera algo por mí, me lo hubiera dicho hace tiempo. En plan, yo no sé lo he dicho pero porque me da cosa que me rechace, aunque hay gente que dice que soy muy obvio a veces, cosa que no creo, siempre soy lo más discreto posible.

-Me doy una ducha y vemos la serie, ¿vale?- le digo, una vez estamos en mi habitación.

Este asiente, y antes de que le diga que se ponga cómodo, ya se ha tirado en mi cama como si fuese su propia habitación.