32. miradas y palabras

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-¡Martin! ¡Por fin!- Álvaro se lanza sobre mí a abrazarme en cuanto cierro la puerta, dejando atrás a Juanjo. -¿Qué tal por las tierras vascas?

-Bueno...- suspiro, sin querer hablar del tema.- Podría haber ido mejor.

Álvaro parece captarlo al segundo, tirando de mi hacia el salón.

-Pues entonces lo mejor es que te unas a nosotros. Estábamos a punto de empezar a ver una peli, ¿te apetece?

Asiento, sin nada mejor que hacer, mientras saludo a mis amigas, las cuales ya se encontraban.

Me siento junto a ellas y pasamos el resto del fin de la noche viendo películas, hablando y comiendo palomitas hasta que ya entrada la madrugada decidimos que lo mejor es irnos a dormir para así poder ir mañana a clase.

***

Hoy he decidido saltarme la clase de Abril. No porque no me gusten, que al final sus clases son mis favoritas, si no porque prefiero no encontrármelo.

Si ya estaba avergonzado de por si y molesto, más lo estoy desde mi reciente huida, ¿por qué siempre termino haciendo eso? Ni yo mismo lo sé.

El caso es que he aprovechado ese tiempo para ir a la biblioteca de la facultad y entregar, por fin, el trabajo sobre la entrevista. Entre una cosa y otra no he hecho casi durante la última semana y sé que si no me pongo a tope con esto no voy a aprobar ni una asignatura.

-¡Martin!- me doy la vuelta al escuchar la voz de una chica detrás de mí. Estoy saliendo de baile. Llevo toda la tarde ahí metido y lo único que me apetece ahora mismo es meterme a la cama y dormir doce horas seguidas. Distingo a Denna a unos metros de mí con su bolsa de baile, al parecer también ha salido de su ensayo ahora mismo.

-¿Qué tal todo?- me abraza con efusividad al llegar a mi lado.- Hace mucho que no nos vemos.

-Ya... Es que entre la uni, los ensayos y todo en general, he estado un poco desaparecido...

-Tenemos que quedar una día de estos para ponernos al día.

-Ahora que lo dices, tú la semana que viene actúas en el festival de navidad, ¿no?

Está asiente, sin entender muy bien por donde van los tiros.

-Lo digo- la aclaro- porque yo también, y mis amigos y yo habíamos pensado en ir a tomar algo después, por si te apetece unirte y tal.

-¡Claro! Estaría genial.

-Y tráete a Alex también.- le guiño un ojo-  Que quiero conocer a la persona que te conquistó el corazón.

-¡Ay! Que a ti no te lo he contado.- de repente sus ojos se iluminan con ilusión. -Enserio, tengo demasiado que contarte.

-¿Pero que ha pasado?

-Ya te lo cuento la semana que viene, necesito un rato para contarte todo.

-Pero no me dejes con la duda.

Se, por la forma en la que me lo está contando todo, que está ilusionada de verdad. Quiero saber qué ha ocurrido.

-Sí, sí, además, parece que alguien te está esperando.

No sé a lo que se refiere hasta que me doy la vuelta, encontradome con quien menos quiero en este momento. Ahí está Juanjo, de pie a unos cuatro metros de mí. Mirándome fijamente. Sé que quiere hablar, lo noto en su mirada, noto esa culpabilidad que me hace sentir culpable a mí también.

-Bueno, no te robo más tiempo.- me da un corto abrazo antes de separarse de mí para alejarse hasta la salida.

-No... Yo no... Quiero decir...

Entrevistándote a besos - Juantin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora