4. entrevista a suertes

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Ya ha pasado una semana desde que las clases han comenzado. Todo ha ido genial. De hecho, las asignaturas de este año, en su mayoría, me gustan más que las del año anterior.

Además, por suerte y no sé ni cómo, no me he encontrado a Juanjo en toda la semana. No sé ni cómo ha pasado. Vivimos al lado y con Rus y Kiki si que me suelo cruzar todos los días cuando voy o vuelvo de clase. A ver, tampoco es que haya salido mucho de casa. Tan solo para ir a clase, a la escuela de baile o a dar un paseo.

Tampoco he hablado con, ¿Denna se llamaba? Me ha dado mucha vergüenza. Baila tan bien... Ya me gustaría a mí bailar como ella. También puede que no lo haga porque conoce a Juanjo y a saber qué le habrá dicho de mi. ¿Habrán hablado sobre mí? Tampoco lo creo, no soy un tema de conversación muy interesante. Pero ojalá que lo haya hecho, porque eso significa que piensa en mí. Y yo siempre pienso en él, a todas horas. Y más desde aquel encuentro que tuvimos.

Lo malo es que está noche, al ser viernes, hemos quedado todos para salir a alguna discoteca de por ahí. Mal plan no me parece, pues hace mucho que no nos reunimos todos juntos. Pero hay dos inconvenientes. El primero, que no me gustan demasiado las fiestas. El segundo inconveniente es que hemos quedado antes en ir a casa de Ruslana. Solo espero que no esté su hermano.

Mis pensamientos se ven interrumpidos cuando Abril entra en clase, demasiado alegre para ser las ocho de la mañana. Cierro los ojos, mentalizádome. Me encantan las clases con ella, por supuesto, pero tengo demasiado sueño como para intentar parecer alegre, al contrario que ella, que parece que le haya tocado la lotería.

-Bien chicos y chicas, llevamos ya una semana de clase. Así que creo que ya va siendo hora de hablaros del trabajo del trimestre que contará la mitad de la nota.

Me despierto un poco de mi ensoñación al escuchar eso. He oído hablar sobre aquel famoso trabajo, algo de una entrevista o algo así. Pero tampoco tenía mucha idea. Lo que tenía por seguro era que tenía muchas ganas de hacer una entrevista a alguien. A alguno de mis amigos estaría genial. Ya tenía hasta alguna pregunta preparada y todo.

-El trabajo consistirá en hacerle una entrevista a una persona, en donde tendréis, entre ambas partes, que inventaros una historia sobre la persona que será entrevistada. Su infancia, que estudio, su trabajo, por qué le entrevistáis. Cuanto mas original sea, mejor aún. Me encanta la originalidad. No quiero que la historia sea:  nació, estudio, y se convirtió en un actor famoso. Quiero profundidad, que os adentréis en su pasado. Que no sean las típicas preguntas de siempre. Que sean novedosas.

Vale, voy por buen camino, porque lo poco que yo tengo pensado es algo original. O eso creo yo, ya le preguntaré a Ruslana cuando llegué a casa. Porque estoy segura de que no tendrá problema en ayudarme con el trabajo.

-Pero- continua nuestra profesora.- Este año hemos cambiado un poco las cosas. Porque no siempre trabajaréis con quien queráis, u os llevaréis genial con vuestros compañeros de trabajo. Será gente nueva que no conoceréis. Así que, se echará a suertes con quien realizaréis el trabajo. Lo único que os puedo asegurar es que es gente de otras carreras. No compañeros de vuestra clase. Gente que se ha ofrecido voluntaria.

Mierda. Todo mi plan se ha ido al garete. A saber con quién me tocará. Desde luego que será con algún pesado de esos que no harán ni el mínimo esfuerzo por ayudarme y que solo se habrán apuntado porque les darán algo gratis, seguro. Solo tengo que armarme de paciencia con esa persona y ser lo más amable posible, para que colabore al menos un poco.

-Tengo aquí escritos todos los nombres- nos muestra una bolsa de tela, que supongo que contendrá los voluntarios, tal y como nos ha señalado- Saldréis uno por uno y sacaréis un papelito. Y no se admiten cambios. ¿De acuerdo?

Entrevistándote a besos - Juantin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora