XXXV - GRAVE PROBLEMA

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~Oliver~
Viernes 25/10 
Han pasado unos días de suma tranquilidad en los cuales volví a trabajar en la enfermería general porque ya no aguantaba más el aburrimiento de estar encerrado en la cabaña de Axel mientras este se va a trabajar desde temprano y regresa tarde en la noche. Por lo que decidí regresar a la enfermería justo ayer. Cuando Axel se enteró, fue a la enfermería a verme y decirme que debía continuar descansando, pero le dije que ya estaba cansado de descansar y que quería ayudar en cualquier cosa. Le tranquilicé diciendo que la enfermera superior me dijo que hiciera cosas simples como estar con los niños o ayudar a Judy con algunos documentos, llevándolos a ciertos lugares o personas. Él aceptó a regañadientes, se quedó un rato más y después se despidió para continuar con sus labores. 

─Oliver, ¿puedes ir a buscar unos papeles en la oficina de la enfermera superior? Ella está allá, solo dile a la secretaría que te envío yo y ella ya sabe cuáles son ─le dice Judy mientras lo mira con una cálida sonrisa. 

─Claro, iré ya mismo ─asiente con una leve sonrisa y se retira, comenzando a caminar hacia la oficina de la enfermera superior. 

En el camino saludo a algunas cuantas personas. Subo al segundo piso y continúo caminando. La oficina de la enfermera superior se encuentra en el cuarto piso. Nunca había ido hasta allá, así que me encontraba algo nervioso. Cuando subo al tercer piso, observo a algunas personas hablando por lo bajo mientras me dan algunas miradas. No entiendo bien qué pasa, pero lo dejo pasar y continúo mi caminar. 

En el cuarto piso, escucho murmullos inaudibles y me comienzo a sentir incómodo mientras me acerco cada vez más a la oficina de la enfermera superior. Una vez afuera, observo a la secretaria y suelto un suspiro con nerviosismo mientras me acerco. 

─Disculpe...

─¿Sí? ─alza la mirada y lo mira de arriba a abajo mientras enarca una ceja─ ¿Qué deseas? 

─Vine en nombre de Judy en busca de unos papeles que tiene la enfermera superior, dice que ella ya sabe cuáles son ─explica con calma. 

─¿Los vienes a retirar tú? ─hace una mueca sin disimulo y vuelve a escudriñarlo de arriba a abajo─ lo siento, debe de haber una equivocación. Tú no puedes llevar esos papeles. 

─¿Disculpa? ─desubicado.

─Verás, ya sabes... No es por ofender, pero no eres de aquí y cualquier papel que esté relacionado con el clan es importante por más mínimo que sea, por lo tanto no considero apropiado que tú lleves los papeles al ser de afuera y... Un humano ─ladea ligeramente la cabeza mientras lo juzga con la mirada sin disimular. 

Parpadeo mientras la miro con desconcierto y sin poder creer sus palabras y el significado oculto que contienen estas. Porque es así, ¿no? No creo estar exagerando. 

─Creo que estás entendiendo mal, no vine aquí sin una orden. Judy me pidió venir.

─Creo que tienes mucha confianza al aceptar ese tipo de favores sabiendo de dónde provienes.

─¿Cómo-...? ─desconcertado.

─Deberías de conocer tu lugar ─vuelve a mirarlo de arriba hacia abajo con asco en su mirada─ eres tal y como dice el rumor. 

─¿De qué rumor hablas? ─sin entender. 

─Oh, ¿no lo sabes? ─finge sorpresa e inocencia mientras una sonrisa crece en sus labios dándole un mal presentimiento a Oliver. 

Estoy apunto de preguntarle qué cosa no sé cuando la puerta de la oficina de la enfermera superior es abierta y de esta sale Caleb, a quien hace tiempo no veía y que aún le tenía un rencor guardado por haberme ofendido y humillado la primera vez que nos vimos. Tal vez notó mi expresión de desconcierto y perplejidad junto con mi ceño fruncido, razón por la cual miró a la secretaria quien parecía estar ''muy concentrada'' tecleando en su computadora, ahora sin prestarme atención. 

Un Secreto En La Sangre (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora