Después de aquella victoria, Faye no podía quitarse a Yoko de la mente. El simple hecho de imaginar a Yoko en las gradas, observándola con esos ojos brillantes, la llenaba de una energía que nunca antes había experimentado. Decidida a tener a Yoko cerca durante su próximo torneo, Faye se dispuso a idear un plan.
Unos días después, Faye se encontraba en una reunión con su equipo de relaciones públicas y su manager, donde discutían los detalles para su próximo partido, que se celebraría en una ciudad diferente. Faye, sin embargo, tenía algo más en mente. Al final de la reunión, decidió hablar con su manager en privado.
—Quiero que invites a Yoko Apasra al próximo torneo —dijo Faye, con una voz firme y decidida.
Su manager levantó una ceja, sorprendido por la solicitud.
—¿Yoko Apasra? ¿La chica del podcast? —preguntó, aunque ya conocía la respuesta. Las fotos del café aún circulaban por internet.
—Sí, quiero que le ofrezcas un pase VIP y que la trates como una invitada especial. —Faye sabía que estaba pidiendo un favor fuera de lo común, pero también sabía que tenía el poder para hacerlo.
El manager, aunque escéptico, asintió.
—Lo haré, pero asegúrate de que esto no cause distracciones, Faye. Este torneo es importante.
Faye sonrió, confiada.
—No te preocupes, estaré más concentrada que nunca.
Mientras tanto, Yoko seguía con su rutina diaria de grabaciones y reuniones para su podcast. Aunque disfrutaba de su trabajo, no podía evitar pensar en Faye y en la propuesta de asistir a su próximo partido. La idea de viajar para ver a Faye jugar en vivo era emocionante, pero también un poco intimidante. Después de todo, Faye era una figura pública importante, y Yoko no estaba acostumbrada a estar bajo tanta atención mediática.
Una tarde, mientras Yoko estaba en el estudio, recibió una llamada de un número desconocido. Contestó con curiosidad.
—Hola, ¿Yoko Apasra? —dijo una voz masculina.
—Sí, soy yo, ¿quién habla?
—Soy el manager de Faye Peraya. Quisiera extenderte una invitación para asistir a su próximo torneo como invitada especial. Tendrás un pase VIP y todos los gastos estarán cubiertos. Faye estaría encantada de que pudieras acompañarla.
Yoko se quedó en silencio, sorprendida por la oferta. No esperaba que Faye tomara la iniciativa de esta manera.
—Vaya, esto es... inesperado —respondió Yoko, tratando de sonar calmada.
—Entendemos que es algo repentino, pero Faye insistió en que queríamos que estuvieras ahí. Por supuesto, no hay presión, puedes tomar tu tiempo para decidir.
Yoko respiró hondo, sintiendo un nudo de emoción y nervios en su estómago. No quería perder esta oportunidad de estar cerca de Faye, pero también sabía que aceptar significaba exponerse aún más a la atención pública.
—Está bien, aceptaré la invitación. —Finalmente respondió, con una mezcla de determinación y emoción en su voz.
El manager sonrió, satisfecho.
—Perfecto, entonces te enviaremos todos los detalles por correo electrónico. Gracias, Yoko.
Después de colgar, Yoko se quedó mirando su teléfono, tratando de procesar lo que acababa de aceptar. No había vuelta atrás. Dentro de poco, estaría junto a Faye, no solo como una espectadora más, sino como su invitada especial.
Cuando Faye recibió la confirmación de que Yoko asistiría, sintió una ola de alivio y felicidad. Sabía que había hecho lo correcto. Esa noche, le envió un mensaje a Yoko.
"Me dijeron que aceptaste. No sabes cuánto significa para mí que estés ahí. No te preocupes por nada, te aseguro que te lo vas a pasar genial."
Yoko sonrió al leer el mensaje. Había tomado la decisión correcta, aunque los nervios seguían presentes.
"Gracias, Faye. Estoy deseando verte jugar en vivo. Seguro que será una experiencia increíble."
Ambas sabían que el próximo torneo no sería solo una competencia más, sino el escenario de un nuevo capítulo en su relación. Un capítulo que ambas esperaban escribir juntas.
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AMOR EN EL JUEGO Y EN EL AIRE
FanfictionFaye Peraya, una tenista profesional de 29 años, ha dedicado toda su vida a la competición, alcanzando la cima de su carrera con determinación y disciplina. Sin embargo, su vida personal siempre ha quedado en segundo plano. Todo cambia cuando Yoko A...