7: La Espera Y El Encuentro

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Pasaron varios días y la relación entre Faye y Yoko se fue fortaleciendo a través de llamadas y videollamadas. Faye solía llamarla mientras Yoko conducía de regreso a casa para asegurarse de que no se distrajera con el teléfono y se concentrara en la carretera. Por su parte, Yoko hacía lo mismo cuando Faye estaba en sus entrenamientos, acompañándola y brindándole apoyo, aunque fuera solo por teléfono.

El día del torneo llegó, y tanto Faye como Yoko estaban nerviosas. Yoko tomó un avión privado que le había organizado la empresa de Faye como una cortesía especial. Al llegar al hotel, se instaló en su habitación, se dio un relajante baño y le envió un mensaje a Faye para informarle que ya estaba allí.

Poco después, alguien llamó a la puerta de la habitación. Era el servicio a la habitación que había traído comida. Yoko, algo confundida, le dijo al señor que no había hecho ningún pedido. Él sonrió y le explicó:

—La señora Peraya se encargó de que le trajéramos comida. Con su permiso, me retiro.

Yoko agradeció el gesto y disfrutó de la comida mientras se preparaba mentalmente para el evento. Luego, decidió descansar un poco antes del torneo.

Cuando finalmente llegó la hora del torneo, el ambiente estaba cargado de emoción. Faye, con su uniforme verde y blanco, se dirigió a la cancha con determinación. Durante el partido, sus ojos buscaban constantemente la tribuna VIP. Cuando por fin la vio, sonrió al ver a Yoko allí, animándola con entusiasmo.

La competencia fue intensa, pero Faye logró ganar el torneo, un logro que celebró con gran alegría. Mientras el público aplaudía y los reporteros se preparaban para captar el momento, Faye hizo una señal para que buscaran a Yoko.

Poco después, Yoko apareció a un lado de la cancha. Cuando se encontraron, las dos se abrazaron con fuerza, disfrutando de ese momento íntimo y especial en medio de la celebración. Los fotógrafos y reporteros, al notar el emotivo encuentro, comenzaron a tomar fotos, capturando cada instante de esa conexión sincera entre las dos.

Faye, con una sonrisa de felicidad y orgullo, tomó la mano de Yoko y la levantó en señal de victoria. Las cámaras continuaron disparando mientras la pareja se sumía en una mezcla de amor y triunfo. Era evidente para todos que el torneo no solo había sido una victoria para Faye en el campo de juego, sino también una celebración de su relación con Yoko.

AMOR EN EL JUEGO Y EN EL AIREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora