El despreciado y sombrío shou renació[Dong Shi Niang].

Capítulo 40. Mangzhong (2).

Capítulo 40. Mangzhong (2).

La lámpara del palacio cayó al suelo y la llama de la vela se apagó, sumiendo el entorno en oscuridad repentina. Solo quedaba una pequeña luz en la entrada del pabellón para iluminar.

La cálida sensación se alejó lentamente de mi rostro. Lin Chongtan me miró con ojos oscuros, como tratando de discernir la verdad en mis palabras anteriores. Mostré una mirada temerosa y, al ver que seguía mirándome fijamente, mis pestañas temblaron levemente. Me arremangué la manga, exponiendo mi antebrazo, y con voz temblorosa tartamudeé:━━ Yo... yo te dejaré morderme, solo... no me hagas daño.

Lin Chongtan siguió mi mirada hacia mi antebrazo y, al descubrir las marcas de dientes, sus pupilas se contrajeron y su expresión se volvió más sombría que nunca. Tras un momento, extendió la mano para tocar las marcas en mi antebrazo, pero en cuanto lo hizo, contuve la respiración. Él apretó los dedos y frunció los labios.

━━ ¿Quién te mordió?━━ preguntó en voz muy baja.

Fingí estar ebrio, incapaz de entender sus palabras.

En ese momento, se escucharon pasos a lo lejos.

También se oyó la voz del Príncipe heredero:━━ ¿Dónde está?

Lin Chongtan escuchó el ruido pero no se movió, sus ojos seguían clavados en las marcas de dientes en mi brazo. Cuando dudaba si había calculado mal este movimiento, Lin Chongtan bajó mi manga con rostro sombrío y se alejó del pabellón con largas zancadas.

Casi tan pronto como se fue, Niu Xi guió al Príncipe heredero al pabellón.

El Príncipe heredero me vio sentado torcidamente junto a una columna del pabellón, luego miró la lámpara y el abanico caídos en el suelo, y sus ojos brillaron.

━━ ¿Mi hermano menor está ebrio?

Lo miré con ojos entrecerrados y, después de unos momentos, extendí mi mano hacia él. El Príncipe heredero no se movió hasta que mis dedos casi tocaron su manga, entonces retrocedió ligeramente. ━━ Niu Xi, tu amo está realmente borracho. Llévalo de vuelta.

Niu Xi se acercó:━━ Noveno príncipe, estás ebrio. Permite que este sirviente te lleve de regreso.

Se arrodilló frente a mí y me subí débilmente a su espalda, luego, como si estuviera extremadamente cansado, oculté gran parte de mi rostro en las amplias mangas de mi ropa, dejando solo mis cejas y ojos visibles.

Antes de irme, abrí los ojos y miré al Príncipe heredero una vez más.

Poco después de que Niu Xi me sacara del pabellón, se escucharon pasos detrás. Los pasos nos siguieron todo el camino de regreso al Palacio Huayang, donde el banquete aún no había terminado y la Consorte Imperial Zhuang aún no había regresado.

La gente del Palacio Huayang saludó al Príncipe heredero al verlo. Él les indicó perezosamente que se levantaran y luego despidió a todo el personal de mi palacio, incluso a Niu Xi.

Solo quedamos él y yo en el salón.

El Príncipe heredero se acercó al diván donde yo estaba acostado. Aunque había tomado medicina para contrarrestar el alcohol, siempre me sonrojaba fácilmente con la bebida, y este cuerpo no era diferente. Mi rostro estaba caliente y enrojecido, lo que facilitaba mi acto de ebriedad.

━━ Me pediste que viniera a través de Niu Xi, diciendo que tenías algo importante que decir. Ahora estamos solos, puedes hablar━━ dijo el Príncipe heredero, agitando suavemente su abanico.