El despreciado y sombrío shou renació[Dong Shi Niang].

Capítulo 83. Inicio del invierno (5).

Capítulo 83. Inicio del invierno (5).

Cuando llegué a la parte final, ya no pude seguir recitando. La mano del Príncipe heredero en mi cintura de repente apretó con más fuerza.

━━ ¿Por qué te detienes?━━ Su voz se había vuelto ronca sin que me diera cuenta.

No quería que el Príncipe heredero me viera en un estado de debilidad llorando, así que solo pude cerrar los ojos con fuerza, esperando que las lágrimas se detuvieran━━ Yo... no puedo recordar más.

Estaba mintiendo, pero realmente no podía continuar.

━━ Tus pestañas están empapadas de lágrimas, mi hermanito sigue siendo tan llorón━━ La voz del Príncipe heredero se acercaba cada vez más. Abrí los ojos involuntariamente y vi que sus ojos de fénix se habían oscurecido, su mirada parecía fijarse en mis labios.

Me di cuenta de que algo andaba mal y luché por escapar de sus piernas, pero apenas me alejé, me presionó contra la cama. Su gran mano apretaba firmemente mi cintura, el calor de su palma parecía traspasar la seda hasta mi piel.

El Príncipe heredero me inmovilizó, su respiración se volvió más agitada.

En ese momento, de repente hubo un movimiento al otro lado del muro de piedra.

Parecía que alguien estaba golpeando el muro de piedra, y lo hacía con un ritmo muy regular. Cinco golpes, una pausa, luego dos golpes más.

El Príncipe heredero se quedó inmóvil. Después de un largo tiempo, su cálido aliento en la parte posterior de mi cuello se alejó gradualmente. Sin decirme nada, bajó de la cama con una expresión extremadamente desagradable, se arregló la ropa y salió.

Me levanté de la cama como si hubiera sobrevivido a un desastre, pero no pude evitar pensar que aunque hoy lo había superado, aún quedaba mañana, pasado mañana...

Sin embargo, lo que sucedió después fue inesperado.

El Príncipe heredero pareció volverse aún más ocupado. Aunque no estaba seguro del paso exacto del tiempo, por las tres comidas que cambiaban cada día, deduje que el Príncipe heredero no había venido en casi cuatro o cinco días.

Pensé que seguramente algo había sucedido afuera.

El séptimo día, mientras me estaba quedando dormido debido a la medicina en la comida, sentí vagamente que alguien me levantaba en brazos. Abrí los ojos con dificultad y vi el rostro del Príncipe heredero. Al ver que estaba despierto, no detuvo sus movimientos.

Me quedé aturdido por un momento, luego me di cuenta de que me habían metido en una caja nuevamente. No tuve tiempo de resistir, ni siquiera de sentir miedo, antes de volver a quedarme dormido debido al efecto de la droga.

Esta vez la dosis de la medicina parecía especialmente fuerte, no llegué a despertarme completamente. Entre la neblina, sentí que alguien me estaba alimentando.

Parecía que me habían puesto en un carruaje, podía sentir el ritmo de las ruedas rodando. La sensación era muy incómoda, me sentía confinado, pero ni siquiera tenía la fuerza para abrir los ojos.

Así que la próxima vez que sentí que alguien intentaba alimentarme, apreté los dientes con todas mis fuerzas, negándome a abrir la boca. La persona lo intentó varias veces, pero pareció no atreverse a usar la fuerza conmigo y finalmente dejó de intentar alimentarme. Me volvieron a poner en mi lugar original, y entendí que en este momento definitivamente no podía tener miedo.