El despreciado y sombrío shou renació[Dong Shi Niang].

Capítulo 57. Comienzo del otoño (3).

Capítulo 57. Comienzo del otoño (3).

En ese instante, creí escuchar la risa ahogada del príncipe heredero, lo que me hizo sentir aún más avergonzado. Extendí mis manos para empujarlo, diciendo:━━ Bájame.

El príncipe heredero levantó la cabeza de mi pecho. Debido al ejercicio intenso, sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas y había gotas de sudor en su frente y en las comisuras de sus ojos. Al ver cómo me miraba, tuve un mal presentimiento, temiendo que dijera algo inapropiado.

En ese momento, el joven marqués, que estaba en nuestro equipo, se acercó y dijo:━━ Xitang, realmente eres nuestro héroe━━ hizo ademán de abrazarme también, pero antes de que sus manos tocaran mi ropa, el príncipe heredero dio una vuelta, me bajó por el otro lado y luego le dio una patada al joven marqués, diciendo:━━ Vete a abrazar a tu propio hermano.

El joven marqués soltó un quejido, agarrándose donde había sido pateado, y dijo con voz lastimera:━━ Un primo también es un hermano, hermano príncipe, eres demasiado mezquino.

Él nunca llamaba al príncipe heredero "hermano príncipe" y la segunda parte de su frase, con ese tono extraño, era obviamente una imitación mía. Intenté contenerme, pero no pude, y salí corriendo tras el joven marqués con los puños cerrados.

Al verme perseguirlo, el joven marqués inmediatamente dio media vuelta y echó a correr. Pero quizás debido al ejercicio excesivo y a la patada del príncipe heredero, no llegó muy lejos antes de que lo alcanzara y lo derribara. Me senté sobre él y le di un par de puñetazos fuertes. Él, tumbado en el suelo, jadeaba:━━ ¡Piedad, hermano!

Todavía imitaba al príncipe heredero. Cuando estaba a punto de darle un par de golpes más, llegó el príncipe heredero. Me levantó del joven marqués y luego, agarrando la pelota de cuju, la lanzó con fuerza contra el trasero del joven marqués.

El joven marqués gritó de dolor:━━ ¡Segundo hermano, eres muy cruel! ¿Quieres dejarme inválido?

El príncipe heredero soltó una risita y dijo:━━ No te golpeé por delante, ¿cómo vas a quedar inválido? Levántate rápido.

El joven marqués no se atrevió a seguir alborotando y se levantó obedientemente.

El partido había terminado con un ganador y un perdedor, y el equipo perdedor debía aceptar un castigo. El castigo se había acordado de antemano: el equipo ganador untaría harina en las caras del equipo perdedor.

Pero el príncipe heredero cambió repentinamente las reglas, diciendo que no tenía sentido que hombres adultos untaran harina en las caras de otros hombres adultos. Llamó a un grupo de doncellas de palacio y les pidió que untaran la harina al equipo verde.

Reconocí que esas doncellas no eran ordinarias, todas servían a las distintas princesas. No pude evitar mirar alrededor.

¿Acaso hoy también era una fiesta de presentación? ¿Las princesas estaban observando desde algún lugar?

La mayoría de los presentes no estaban casados, y al ver de repente a jóvenes y hermosas doncellas de palacio acercándose para untarles harina, muchos se sonrojaron. El más exagerado fue Nie Wenle, quien al ver a la doncella acercarse, hundió su cara directamente en el barril de harina, cubriéndose completamente.

Lin Chongtan, por el contrario, aceptó la harina de la doncella con una sonrisa serena. Al final, incluso le ofreció su pañuelo de seda para que se limpiara las manos.

La doncella se sonrojó intensamente, sin atreverse a aceptar el pañuelo, y se alejó rápidamente.

Después del partido de cuju, fuimos al Palacio Xiquan, el más cercano, para bañarnos y cambiarnos. El Palacio Xiquan estaba dividido en piscinas individuales separadas por bambú y biombos.