El despreciado y sombrío shou renació[Dong Shi Niang].

Capítulo 55. Comienzo del otoño (1).

Capítulo 55. Comienzo del otoño (1).

Bajé la mirada y tomé asiento en mi lugar.

Como era finales de otoño y principios de invierno, ya habían encendido el dragón de tierra. El ambiente era cálido y acogedor. En el último mes había enfermado varias veces, por lo que la Consorte Imperial Zhuang insistió en que me abrigara bien antes de salir. Quizás por mi debilidad, llevaba más ropa que los demás, pero no sentía calor.

Esta noche, la mayoría de las sirvientas en el banquete de celebración eran hermosas doncellas del palacio. Bajo la brillante iluminación, se movían con gracia como peces en un estanque, atravesando ordenadamente el gran salón decorado con oro. Sus faldas ondeaban como ondas en un arroyo primaveral mientras caminaban, esparciendo una fragancia a polvos perfumados.

Los músicos de la corte se arrodillaron en un rincón del salón, tocando melodías y cantando.

Algunos de los nuevos funcionarios claramente no estaban acostumbrados a tal despliegue de belleza y lujo. Varios quedaron embelesados, aunque la mayoría mantuvo la compostura sin mirar fijamente.

Si no me equivocaba, este banquete era en realidad una oportunidad para que las princesas eligieran esposo. Las doncellas del palacio eran una prueba para los nuevos funcionarios. Aquellos que miraran a su alrededor con demasiado interés seguramente no impresionarían a las consortes y princesas.

Lin Chongtan parecía ser el principal objeto de escrutinio esta noche. Noté que las doncellas más hermosas acudían en mayor número a su mesa.

Sin embargo, quien más llamó mi atención no fue Lin Chongtan, sino el Segundo príncipe. Su comportamiento en el banquete era notablemente discreto, sin nada fuera de lo común en sus gestos o expresiones. Era como si yo me hubiera equivocado sobre sus planes de usurpar el trono.

El Emperador llegó un poco más tarde, acompañado no por la Emperatriz sino por la Consorte Imperial Zhuang. Al atardecer, un eunuco del Emperador había traído el mensaje de que la Emperatriz no se sentía bien y no podría asistir, por lo que la Consorte Imperial Zhuang acompañaría al Emperador en su lugar.

La orden llegó tarde, así que la Consorte Imperial Zhuang tuvo que apresurarse a arreglarse y luego ir a la presencia del Emperador, por lo que no pudimos venir juntos.

Una vez que llegó el Emperador, el banquete comenzó oficialmente.

Esta cena era algo diferente a las anteriores. Normalmente solo consistían en disfrutar de canciones, bailes y fuegos artificiales, pero esta noche el Príncipe heredero sugirió jugar algunos juegos después de varias rondas de bebida.

Al escuchar sobre juegos, el Emperador estuvo de acuerdo con entusiasmo:━━ Veamos qué juegos juegan ustedes, los jóvenes.

Al oír esto, el Príncipe heredero pidió a los sirvientes que trajeran jarrones de bronce para el juego de lanzamiento de flechas. Estos jarrones eran diferentes a los que había visto antes, con bocas extremadamente estrechas que parecían difíciles de acertar.

El Príncipe heredero explicó:━━ Hoy no competiremos por quién acierta más flechas, sino por quién es el último en acertar. El número de intentos estará limitado por los versos que cada uno componga en el momento.

La idea era que para poder lanzar las flechas, primero había que componer un poema. Una vez compuesto el poema, se podía intentar acertar en el jarrón. Componer versos no era difícil para estos nuevos funcionarios, lo difícil era meter las flechas en esos pequeños jarrones.