____.
La música vibraba en mis oídos mientras entraba a la fiesta con Ian, Nico y Fede. La energía era contagiosa, y me dejé llevar por el ambiente festivo, riendo y disfrutando de cada momento. Pero cuando vi a Dome acercarse, un pequeño nudo se formó en mi estómago. Ian parecía relajado, y eso me incomodó más de lo que quería admitir.
Dome nos saludó con una sonrisa brillante.
—¡Hola, chicos! —exclamó, dirigiéndose a nosotros.
Cuando llegó a Ian, lo abrazó de manera tan cálida que mi corazón dio un vuelco. Observé cómo él le devolvía el abrazo, y la sensación de celos se intensificó en mi pecho.
—¡Qué bueno verte! —dijo ella, su voz llena de entusiasmo.
Decidí que no podía dejar que eso arruinara la noche.
Fui a la barra y pedí un trago, intentando despejarme. Al volver a la pista, vi a Ian y Dome conversando animadamente. Mi amigo Nico me observó y, con esa mirada de complicidad que tanto odiaba, supo de inmediato que algo me molestaba.
—¿Estás bien? —me preguntó, acercándose.
—Sí... —respondí, tratando de sonar casual—. pero necesito aire. ¿Me acompañas afuera a fumar?
—Claro —dijo, con una sonrisa comprensiva.
Salimos de la fiesta, y el aire fresco me dio un pequeño alivio. Sabía que tenía que dejar de lado los celos y disfrutar la noche, pero esa chispa entre Ian y Dome seguía atormentándome.
Salí al patio con Nico y encendí mi cigarrillo, buscando un respiro. Él me miró con curiosidad y, tras un momento de silencio, se atrevió a preguntar:
—¿Qué te pasa con Ian?
No sabía cómo responderle. Estaba confundida. Tal vez sonara a histérica, pero no quería comprometerme con él, al menos no por ahora. Sin embargo, ver a Ian cerca de otras chicas, especialmente con Dome, me ponía los pelos de punta. Recordé la broma de que se irían a vivir juntos, y un resentimiento creció en mí.
—¡La puta madre! —murmuré para mis adentros, apretando el cigarrillo.
Nico se rió, pero su risa era comprensiva.
—Estás ciega si no te das cuenta de que Ian no sabe cómo acercarse a ti. Mira, incluso ahora, mientras Dome le habla, él está más pendiente de lo que hacemos afuera que de ella.
Volteé a ver a Ian, y efectivamente, lo vi conversando con Dome, pero sus ojos estaban fijos en mí. Parecía que no prestaba atención a lo que ella decía. Esa atención me hizo sentir un revuelo en el estómago, aunque tratara de ignorarlo.
—No estoy ciega —respondí, aunque mi voz sonaba menos convincente.
Nico sonrió, como si supiera algo que yo aún no. Y ahí, entre el humo del cigarrillo y la confusión de mis emociones, empecé a cuestionar si realmente quería mantener esa distancia con él.
De repente, Fede se acercó y, sin avisar, me quitó el cigarrillo de la mano, tirándolo al suelo y apagándolo con el pie.
—¡Hey! —protesté, sorprendida.
—El vape lo acepto porque no lo usas siempre, pero el cigarrillo no, menos con alcohol —dijo, mirándome con seriedad. Solo quería protegerme.
Asentí, y él me dio un abrazo reconfortante. Sentí que el nudo en mi estómago se aflojaba un poco.
Nico, aprovechando el momento, se puso serio y se acercó a Fede, bajando un poco la voz.
—Tienes que saber algo sobre ___ —dijo, con un tono conspirativo—. La veo molesta por Ian.
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Desenfocada. (Ian Lucas)
ФанфікиLa vida de ____ da un vuelco cuando se muda a México y conoce a Ian. Entre trabajo y sentimientos, su enfoque comienza a perderse. ¿Encontrará el equilibrio o se dejara llevar por el amor?