Capítulo 21. Clown Motel.

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Corrimos hacia la habitación que habíamos rentado, con el corazón latiendo a mil por hora. Mientras subíamos las escaleras, no pude evitar mirar hacia la recepción. Allí estaba el señor que nos había atendido, observándonos con una sonrisa que me pareció un poco siniestra. Cuando se dio cuenta de que lo estaba mirando, se alejó lentamente de la puerta de vidrio, como si supiera algo que nosotros no.

Fruncí el ceño, sintiendo un escalofrío recorrer mi cuerpo, pero no dije nada. Continué junto a los chicos, y al llegar a la puerta de nuestra habitación, todos entramos de un salto. Fede se quedó parado contra la puerta, cerrándola detrás de él con un gesto casi instintivo.

-¿Qué mierda fue eso? -exclamó, entre asustado y emocionado, su voz temblaba ligeramente.

-No sé, pero estaba más que claro que no deberíamos haber ido al cementerio -respondí, intentando mantener la calma, aunque por dentro seguía sintiendo la adrenalina.

Boom se dejó caer sobre la cama, mientras Oscar buscaba su teléfono para ver si había grabado algo. Ian, aún con la expresión de incredulidad en su rostro, empezó a contar lo que había sentido.

-Me cague todo cuando escuché el grito ¡No puedo creer que hayamos ido a ese lugar! -dijo, tratando de reírse, aunque se notaba que todavía estaba algo nervioso.

Fede asintió, cruzando los brazos. -Todo esto es perfecto para el video, pero hay algo raro en este lugar.

-Tal vez deberíamos considerar irnos -sugirió Oscar, aunque no estaba del todo convencido.

-No, no, no. No podemos irnos -dijo Fede, con esa determinación que siempre lo caracterizaba-. Tenemos la reserva hasta mañana temprano. Si nos vamos ahora, perdemos la plata que ya pagamos solo por habernos asustado un poco.

Le di la razón a mi amigo, a pesar de que la idea de quedarme en ese lugar me ponía los pelos de punta. -Tenés razón, no podemos dejar que el miedo nos gane -dije, tratando de sonar más valiente de lo que me sentía.

Ian resopló, aún visiblemente nervioso. -A veces pienso que ustedes son unos locos por venir a estos lugares.

Boom se rió. -Y tú que los sigues Ian.

- Si lo que queremos es grabar algo interesante, necesitamos mantenernos juntos y calmados -intervino Fede, mientras comenzaba a preparar su cámara.

Oscar se acercó a la ventana, mirando hacia el exterior. -No sé, el ambiente de este lugar es bastante raro. Siento que algo nos está observando.

-Es solo tu mente jugándote una mala pasada -le dije, aunque en el fondo sentía lo mismo. Había algo en el aire que no podía ignorar.

-Bueno, no podemos quedarnos aquí encerrados. ¿Qué tal si hacemos algo para distraernos? -sugirió Ian, tratando de cambiar el tema.

-¿Como qué? -preguntó Boom, girándose hacia él.

-Podríamos revisar el lugar. No hay nada de malo en investigar un poco antes de grabar, ¿no? -dijo Ian.

Fede asintió. -Buena idea. Vamos a explorar. Pero, por favor, no se separen de mí.

A medida que salíamos de la habitación, una sensación de inquietud se apoderó de mí nuevamente. La idea de aventurarnos por ese motel solo aumentaba la adrenalina en mi cuerpo, pero también el miedo.

Mientras caminábamos, el sonido de nuestros pasos resonaba en los pasillos vacíos, creando una atmósfera tensa. Nos chocamos de frente antes de bajar las escaleras con el señor de recepción. Al volver a mirarme, su mirada me ponía los pelos de punta; era como si intentara averiguar qué es lo que pensaba. Ian se dio cuenta de eso y me agarró la mano, mirando serio al tipo.

Desenfocada. (Ian Lucas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora