Seguro

54 8 0
                                    

Félix y Marinette mantuvieron su relación aunque en ocasiones tuvieron algunos problemas, la vida no es perfecta y eso ambos lo sabían bien. Evidentemente discutieron en más de una ocasión, pero consiguieron superar todos sus contratiempos. Lo lindo de su relación era que incluso sus padres se llevaban bien, a veces hacían reuniones familiares y se ayudaban cuando podían.

Después de la graduación, la vida los volvió a unir porque eligieron el mismo colegio y no fueron los únicos, la mayoría de sus compañeros también se cambiaron y volvieron a ser compañeros. Chloé buscó otro colegio, uno mejor para alguien de su clase. Claro que también tuvieron compañeros nuevos. Adrien conoció a una chica llamada Kagami y se hicieron novios, todo iba demasiado bien.

Solo quedaba un año más de colegio y todo terminaría, después vendría la Universidad. Sus entrenamientos también continuaban, ambos eran expertos en los Miraculous y los Kwamis, aunque no volvieron a ver a Tikki o a Plagg, no lo tenían permitido.

—Mi mamá me dijo que podía elegir entre estudiar en Londres o quedarme en París —le contó Félix una tarde.

Marinette sintió una especie de presión en su pecho, eso la había tomado por sorpresa. Ella sabía lo mucho que él quería visitar Londres, creció en ese país y muchos recuerdos se encontraban ahí. Incluso su "renacimiento" había sido en Londres.

—¿Piensas volver a Londres? —estando con Félix había aprendido a ser directa, pensaba que era lo mejor.

Félix mostró una leve sonrisa. Le gustaba que Marinette sea directa. A veces recordaba a la Marinette tímida y temerosa que había conocido y se sentía orgulloso de lo mucho que había cambiado, ella había avanzado y mejorado.

—Ni siquiera pasó por mi mente —respondió con sinceridad —. Londres fue mi hogar en la infancia, pero mi hogar ahora está aquí, en París.

—¿Estás seguro? —preguntó un poco indecisa.

—Estoy seguro —asintió —. Solo que pensé un poco y me di cuenta de que necesito mi espacio, no digo que no ame a mi familia, pero creo que quiero tener un espacio propio, algo más pequeño.

—¿Planeas mudarte?

—Sí. Este año terminamos el colegio y después viene la Universidad, es un gran cambio y quiero cambiar mi vida. Amo a mi mamá, pero necesito un espacio pequeño, algo solo para mí —le explicó —. Si te soy sincero, he ahorrado dinero y ya tengo un lugar. Es un departamento, el espacio perfecto para mí.

—Te ves emocionado.

—Lo estoy. Hace tiempo tengo esta idea en mente, siempre quise ser un poco más independiente.

—Me sorprendes —admitió Marinette —. Siempre has sabido lo que quieres y sabes poner las cosas en marcha, que funcionan a tu favor. Yo nunca he pensado en irme de mi casa, amo vivir con mis padres.

—Marinette, todos somos diferentes y tenemos distintas metas en la vida. Esta es mi vida, pero tú siempre formarás parte de ella, algún día quizás si tú lo permites podemos vivir juntos, tendremos nuestro propio espacio.

—Nuestra casa juntos... eso suena perfecto —ella sonrió emocionada.

—Juntos todo es perfecto —y se besaron, sellando de ese modo una futura promesa.

Mes FelinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora