Uzellb & Lubriel ©

VII

Un escalofriante "sueño."

NARRA LUBRIEL.

Íbamos de camino al cine, Fydeel conducía mientras que yo iba en el lado del copiloto, veía por la ventana, me había quedado por un largo tiempo ida, pensando en todas las cosas que estaban ocurriendo, que, ni siquiera me percaté que de fondo se estaba reproduciendo una canción que tanto me gustaba de Seal, era una canción bastante antigua, pero la que sonaba era una versión rock que me gustó demasiado.

—Estás muy callada. —escuché decir a mi novio.

—Solo estoy pensando.

—¿Y qué es lo que está en esa pequeña cabecita que te tiene tan preocupada?

—¿Preocupada? —dejé de ver hacia la ventana del auto y lo miré a él, quizás estaba tan absorta en mis pensamientos que no pude disimular mi notable preocupación ante los sucesos que pasaban últimamente, y es que, aunque todo este tema me emocionaba, había algo que no me dejaba tranquila— No, para nada.

—Preciosa, no puedes engañarme, dime qué sucede.

Tenía que improvisar con algo, no podía decirle qué era lo que en realidad me pasaba.

—Está bien, es por nuestro proyecto, me preocupa que no salga bien.

Dejó de ver al frente y me miró con una expresión de sospecha, luego sus labios proyectaron una sonrisa leve, casi al mismo tiempo en que se concentraba en conducir.

—¿A Lubriel De'ath le preocupa un proyecto?, ¿he escuchado bien?, eso es raro, eso no te ha importado mucho, eres tan confiada.

—Lo sé, pero hasta la persona más confiada puede dudar de lo que es capaz de hacer, soy demasiado perfeccionista y quiero que ese trabajo sea el mejor, o al menos de los mejores.

—Y así será, ¿por qué crees que decidí unirme contigo en primer lugar?

Cuando le escuché decir eso me mostré indignada, le miré con fijeza entrecerrando mis ojos y abriendo sutilmente mi boca, fingiendo "indignación", él solo rió, sabía que solo estaba bromeando, pero de igual manera quise hacerme la ofendida.

—Haré como que no dijiste eso para que nuestra relación pueda continuar.

Él volvió a reír y con sus manos manipuló el volante para girar.

—A todo esto. —hablé de nuevo— ¿A qué cine vamos?, y lo más importante, ¿qué película veremos?, debe ser una película genial para poder olvidar por completo tu tan interesado comentario.

—Quería mantener esto en confidencialidad, que fuese una sorpresa, pero sé muy bien que contigo es prácticamente imposible.

—Me conoces muy bien, las sorpresas y yo no nos llevamos bien, dime, ¿a dónde iremos?

—Estuve buscando algunos cines en la zona, y encontré uno que tiene temática de los años 2000, pantalla grande, butacas, una zona de cafetería donde compras la comida y debes llevarla hasta la sala de cine, nosotros no vivimos esa época, pero en ese cine podemos experimentarlo, viendo una película a la antigua.

—Suena interesante. Los cines están en peligro de extinción, ahora todo lo podemos ver desde nuestro hogar, me alegra salir de confort, sí. ¿Y la película?

—¿Es estrictamente necesario que te lo diga?, en verdad quiero ver tu reacción al ver de qué será, pero no aquí, sino en el cine.

Yo era demasiado curiosa y obstinada, pero por ahora no iba a insistir preguntando qué película era, mejor mantendría la intriga hasta llegar al cine y verlo con mis propios ojos.