No somos los mismos

Capitulo 27: Prueba Gamma(Mujeres)

Narración Briana

Asesina, eso soy yo .No hay marcha atrás, por más que quiera. Hoy es el día en que debo exigirme al máximo. Mi vida depende de ello. Voy a luchar para salir de aquí, aunque me cueste la vida.

Soy Briana García, asesina de Rango Gamma, y hoy pasaré a Beta si supero las dos partes de las pruebas.

Liliana me mira de reojo, notando mi cabello recién cortado. Me lanza una de esas sonrisas cargadas de expectativa.

—Bien, niñas, estos dos años las he entrenado para este momento —dice con su habitual tono autoritario—. Miren la lista y verán contra quién les toca combatir. Les diré una cosa: deben matar a su oponente para poder aprobar.Les deseo suerte. Recuerden el código de asesinos:

—¡MATAR ES NUESTRO PLACER,  VIVIR Y NUESTRA LIBERTAD! —gritamos al mismo tiempo.Todas vestidas de los trajes negros y zapatos negros.

El sonido de mi respiración llena mis oídos mientras miro el tablero. Estoy de segunda. El nombre de mi oponente aparece: Karla Petrov

—¡Mierda! —murmuro para mí misma

Esa maldita. Me va a atacar con toda la furia acumulada. Sé que no me perdonará haberla vencido en el combate anterior. Pero si lo hice una vez, puedo hacerlo de nuevo.

Liliana me preparó para esto, y no pienso fallar.

Subimos al cuadrilátero, y Petrov ya tiene un cuchillo en la mano.

—¿Podemos usar armas? —pregunto, sorprendida.

—Claro —dice Liliana con indiferencia—. La que muera, pierde.

Bajo rápidamente y busco entre las armas. Encuentro unas cadenas. Perfecto. Subo de nuevo, y Petrov me mira con curiosidad, pero no le doy tiempo de reaccionar.

Flashback: Entrenamiento con Liliana

—Siempre que alguien tenga un arma, en especial si es un cuchillo busca una cadena —me había dicho Liliana una vez—. Te dará defensa y la ventaja para matar más fácilmente.

—¿Cómo la uso? —pregunté, insegura.

—Eres una asesina. Usa tu instinto. Haz que la cadena sea una extensión de tu cuerpo.

Fin del flashback

Sonrío levemente mientras envuelvo la cadena entre mis manos.

Liliana levanta su mano para indicar el comienzo.

Petrov lanza varios cuchillos desde su cinturón. Los esquivo con rapidez, el último lo detengo con la cadena. Me acerco para devolverle el golpe, pero me sorprende con una bofetada en plena cara. Siento el ardor en la mejilla, pero no dudo en devolverle una aún más fuerte, haciendo que retroceda.

Aprovecho el momento y bajo su torso de un rodillazo directo a su cara, pero antes de que pueda continuar, siento el frío del acero en mi pierna derecha.

—¡Mierda! —grito cuando el cuchillo se hunde en mi carne.

El dolor me despierta. Soy una asesina, no puedo quedarme defendiendo. Le doy un puñetazo en la clavícula, lo suficientemente fuerte como para hacerla retroceder.

Ya basta. Ahora es mi turno perra.

Recuerdo lo que Liliana me enseñó: anticipar los movimientos del oponente, leer su patrón. Respira, observa.Petrov viene por mí de nuevo, intentando tomarme por el cabello, pero cuando se lanza para clavarme otro cuchillo, uso la cadena. La envuelvo alrededor de su mano antes de que el cuchillo llegue a mi pecho.