Capítulo 10

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Era un sábado por la tarde, y Peter caminaba de un lado a otro en su habitación, algo inquieto

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Era un sábado por la tarde, y Peter caminaba de un lado a otro en su habitación, algo inquieto. Sabía que el momento había llegado. Amélie y él eran oficialmente novios, y aunque lo habían disfrutado en privado, había una persona importante en su vida a la que Peter aún no le había presentado a Amélie de manera formal: su tía May.

El día anterior, Peter había mencionado casualmente que tenía algo importante que decirle a su tía, y ella, siendo la mujer observadora y cariñosa que era, lo miró con una sonrisa cómplice, sabiendo que debía ser algo sobre "esa chica de al lado."

Ahora, mientras esperaba a Amélie, sentía los nervios retorcerse en su estómago. Sabía que su tía May sería amable y cariñosa como siempre, pero aun así, el temor de que algo saliera mal estaba presente.

Un golpe suave en la puerta principal lo sacó de sus pensamientos. Peter bajó las escaleras rápidamente, ajustándose la camiseta y respirando hondo. Cuando abrió la puerta, allí estaba Amélie, con una dulce sonrisa en el rostro y sosteniendo una pequeña caja de galletas.

—Hola, Peter —dijo ella, con su voz suave y esa mirada que siempre hacía que su corazón latiera más rápido.

—Hola, Amélie —respondió él, sonriendo nerviosamente—. ¿Lista para conocer oficialmente a mi tía?

Amélie soltó una pequeña risa mientras asentía.

—Por supuesto. Estoy un poco nerviosa, pero creo que me las arreglaré. Además, traigo refuerzos. —Alzó la cajita de galletas y le guiñó un ojo.

Peter rió y la hizo pasar al interior de la casa. La tía May estaba en la cocina, como de costumbre, preparando algo que olía delicioso. Peter hizo una pausa antes de hablar, reuniendo valor.

—Tía May —llamó con voz un poco más alta—, quiero presentarte a alguien.

May asomó la cabeza por la puerta de la cocina, con una sonrisa cálida en el rostro y las manos secándose en un paño. Cuando vio a Amélie, su sonrisa se amplió aún más.

—Oh, esta debe ser la famosa Amélie de la que he oído hablar tanto —dijo May con tono alegre, dejando el paño a un lado y caminando hacia ellos.

Amélie sonrió tímidamente, algo sonrojada, y le ofreció la cajita de galletas a May.

—Es un placer conocerla, señora. Traje estas galletas como un pequeño regalo. Espero que le gusten.

—¡Qué dulce eres! Y por favor, llámame May —respondió ella, aceptando las galletas con gratitud—. Apuesto a que son deliciosas. Ven, siéntate, querida. Me encantaría conocerte mejor.

Peter suspiró de alivio al ver que la conversación fluía sin problemas. Se sentaron en la sala, con Amélie y May hablando sobre todo tipo de cosas, desde la universidad hasta sus hobbies. Peter observaba a las dos mujeres más importantes en su vida charlando alegremente, y no pudo evitar sonreír al darse cuenta de lo bien que se llevaban.

ᴀ ᴛʀᴀᴠᴇs ᴅᴇ ʟᴀ ᴠᴇɴᴛᴀɴᴀ ᵖᵉᵗᵉʳ ᵖᵃʳᵏᵉʳ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora