Capítulo 39

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Peter estaba sentado en el borde de la cama, mirando el teléfono con un mensaje reciente de Tony Stark iluminando la pantalla

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Peter estaba sentado en el borde de la cama, mirando el teléfono con un mensaje reciente de Tony Stark iluminando la pantalla. Tenía el ceño fruncido mientras leía las instrucciones una y otra vez, como si al repetirlas pudiera cambiar la realidad. Sabía lo que significaba ese mensaje: Stark lo necesitaba para una misión en otra ciudad, y era una de esas situaciones en las que no podía decir que no.

Amélie, que estaba en la habitación contigua, terminó de acomodar a Benjamin para su siesta. Caminó hacia el dormitorio, notando de inmediato la tensión en los hombros de Peter.

—¿Qué pasa? —preguntó, preocupada.

Peter levantó la vista, con un aire de resignación en sus ojos.

—Es Stark —respondió con un suspiro—. Me necesitan para una misión fuera de la ciudad. No quiero irme, pero... parece que no tengo opción.

Amélie se quedó en silencio por un momento, sus manos descansando sobre su vientre, que aunque aún no mostraba tanto, comenzaba a marcarse. Sentía una mezcla de emociones. Sabía que ser Spider-Man implicaba responsabilidades que iban más allá de su vida familiar, pero la idea de que Peter se perdiera los primeros meses de su segundo embarazo le dolía profundamente.

—¿Cuánto tiempo te vas? —preguntó con voz baja, tratando de ocultar la tristeza.

—No lo sé exactamente —dijo Peter, pasando una mano por su cabello—. Podrían ser semanas… o más. Stark no fue muy claro. Pero no quiero perderme nada de esto, Amélie. No quiero perderme los primeros momentos con el bebé… contigo.

Amélie se acercó a él, sentándose a su lado en la cama. Tomó su mano y la apretó suavemente, tratando de mostrarle que lo entendía, aunque le doliera.

—Sé que no es lo que quieres, Peter, pero también sé que tienes que hacerlo. Es parte de tu vida como Spider-Man. Yo estaré bien, cuidaré de Benjamin y del bebé, y te estaré esperando cuando vuelvas.

Peter la miró, su corazón lleno de gratitud pero también de culpa. Quería estar allí para ella, para ambos, especialmente ahora.

—Te prometo que no me iré más tiempo del necesario —dijo Peter, inclinándose para besar su frente—. Estaré en contacto todos los días, y en cuanto pueda, volveré.

Amélie le sonrió con tristeza, aceptando la realidad de su vida juntos. Sabía que no podía retenerlo, que su deber como héroe a veces significaba sacrificios. Pero también sabía que Peter siempre haría todo lo posible para estar presente cuando más lo necesitara.

—Lo sé —susurró—. Solo... ten cuidado, ¿sí? No quiero que te lastimes, y tampoco quiero que te preocupes demasiado mientras estés fuera.

Peter asintió, abrazándola con fuerza. No quería irse, pero tenía que hacerlo. Sabía que Tony no le habría pedido ayuda si no fuera importante.

ᴀ ᴛʀᴀᴠᴇs ᴅᴇ ʟᴀ ᴠᴇɴᴛᴀɴᴀ ᵖᵉᵗᵉʳ ᵖᵃʳᵏᵉʳ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora