Capítulo 9

105 10 0
                                    

El sol apenas comenzaba a asomarse en el horizonte, llenando la habitación de Peter con un suave resplandor dorado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sol apenas comenzaba a asomarse en el horizonte, llenando la habitación de Peter con un suave resplandor dorado. Abrió los ojos lentamente, sintiéndose un poco aturdido por la falta de sueño. Era un nuevo día de universidad, y aunque no estaba particularmente emocionado por las clases, había algo especial en la mañana que lo animaba.

Después de una rápida ducha y un desayuno ligero, se vistió y se preparó para salir. Cuando llegó a su ventana, su curiosidad lo llevó a abrirla para disfrutar del fresco aire matutino. Sin embargo, al mirar hacia la casa de Amélie, su corazón dio un vuelco.

En la ventana de Amélie, había un nuevo cartel pegado, uno que decía:

"¡Buenos días, Peter! Espero que tengas un día tan brillante como tú."

Peter sonrió, su corazón latiendo un poco más rápido. La idea de que Amélie se tomara el tiempo para dejarle esos mensajes le hacía sentir cálido por dentro. Sin pensarlo, tomó su teléfono y le tomó una foto al cartel, asegurándose de que capturara la encantadora caligrafía de Amélie.

Mientras admiraba el cartel, se dio cuenta de que había más. En la ventana de Amélie, habían varios mensajes, cada uno más dulce que el anterior:

- "No olvides sonreír, ¡es tu mejor accesorio!"

- "Eres increíble, nunca lo olvides."

- "Si necesitas un poco de magia, solo mira hacia afuera."

Los ojos de Peter brillaban mientras leía cada uno de los carteles. Se sintió afortunado de tener a alguien como Amélie en su vida, alguien que pensaba en él incluso antes de que comenzara su día.

—¿Es todo esto para mí? —se preguntó en voz alta, sintiéndose un poco avergonzado pero completamente encantado.

De repente, escuchó un ligero golpe en la ventana y se giró para ver a Amélie, quien sonreía ampliamente mientras le hacía un gesto con la mano. Tenía una taza de café en la mano y su cabello aún estaba desordenado por el sueño.

—¡Buenos días! —saludó ella con alegría—. ¿Te gustaron los mensajes?

—¡Me encantaron! —respondió Peter, con una sonrisa que no podía ocultar—. Eres increíble.

Amélie se sonrojó un poco, mordiéndose el labio mientras se acercaba un poco más a la ventana.

—Solo quería asegurarme de que comenzaras el día con una sonrisa. —dijo, encogiéndose de hombros de manera juguetona—. Aunque, si esto sigue, podría tener que preparar un montón de carteles.

—No me importaría en absoluto. —contestó él, disfrutando de la calidez de su sonrisa—. Pero me pregunto si puedo hacer lo mismo por ti.

—¡Eso sería genial! —exclamó Amélie—. ¡Me encantaría ver tus mensajes!

Ambos rieron, disfrutando de la ligereza del momento. Sin embargo, la risa se desvaneció un poco cuando Peter sintió que el tiempo apremiaba.

—Debo irme a la universidad. —dijo él, sintiendo un ligero nudo en el estómago por la idea de separarse de ella, aunque fuera solo por un rato—. Pero definitivamente estaré mirando hacia tu ventana durante el día.

ᴀ ᴛʀᴀᴠᴇs ᴅᴇ ʟᴀ ᴠᴇɴᴛᴀɴᴀ ᵖᵉᵗᵉʳ ᵖᵃʳᵏᵉʳ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora