Capítulo 24

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Peter y Amélie estaban acostados en la cama, disfrutando de un momento tranquilo juntos

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Peter y Amélie estaban acostados en la cama, disfrutando de un momento tranquilo juntos. La luz de la luna se filtraba suavemente a través de las cortinas, creando un ambiente cálido e íntimo. Amélie se había recostado sobre su espalda, acomodando su cabeza en la almohada mientras acariciaba distraídamente su vientre, que ya mostraba una ligera curva por el crecimiento del bebé.

Peter, tumbado a su lado, no dejaba de mirar su vientre con una mezcla de ternura y asombro. Era difícil para él asimilar del todo que, dentro de ella, crecía su hijo. La idea lo llenaba de una emoción indescriptible, y sin poder evitarlo, se inclinó suavemente hacia ella.

Con delicadeza, Peter comenzó a besar el vientre de Amélie, dejando pequeños besos por toda la superficie de su piel. Amélie sonrió, disfrutando de sus caricias, y soltó una pequeña risa cuando él le dedicó una mirada llena de amor y devoción.

─Hola, pequeño ─murmuró Peter contra el vientre, su voz suave y cálida─. Soy yo, tu papá. No puedo esperar a conocerte.

Amélie observaba en silencio, enternecida por el gesto. Peter hablaba en voz baja, como si realmente esperara que el bebé pudiera oírlo y entenderlo.

─Sabes ─continuó Peter, con una sonrisa en los labios─, no puedo prometerte que todo será fácil, pero sí que haré todo lo que pueda para protegerte y cuidar de ti. Tu mamá y yo estamos muy emocionados de tenerte aquí.

Amélie sintió que sus ojos se humedecían ligeramente al escuchar a Peter hablar de esa manera. Él siempre había sido tan protector y dedicado, pero verlo así, completamente conectado con su futuro hijo, la hacía sentir una felicidad inmensa.

Peter siguió besando suavemente el vientre, luego apoyó su mejilla contra él, cerrando los ojos por un momento.

─Te prometo que siempre estaré aquí, pase lo que pase. Nunca te faltará amor, y te aseguro que tu mamá es la persona más increíble que podrías tener a tu lado ─dijo, sonriendo mientras miraba a Amélie, quien le devolvió la sonrisa.

─Eres tan tonto ─dijo Amélie en broma, acariciando su cabello mientras lo miraba con ternura─. Pero te amo.

─Y yo a ti ─respondió Peter, elevando la cabeza para mirarla directamente a los ojos. Sus rostros se acercaron, y con suavidad, la besó en los labios.

Después de unos momentos, Peter volvió a centrar su atención en el vientre de Amélie.

─Espero que estés cómodo ahí dentro, pequeñín ─dijo en voz baja─. Porque aquí afuera, mamá y yo ya te estamos esperando con los brazos abiertos.

Amélie soltó una suave risa mientras sentía una pequeña patada desde su vientre, como si el bebé estuviera respondiendo a las palabras de Peter.

─Creo que le gustó lo que dijiste ─murmuró ella.

─¿Ves? Ya nos estamos entendiendo ─bromeó Peter, besando el lugar donde había sentido el movimiento.

Se quedaron así por un rato, Peter acariciando y besando el vientre de Amélie mientras le susurraba promesas de amor y protección. Aunque el camino hacia la paternidad estaba lleno de incertidumbres, Peter se sentía más seguro que nunca de que, con Amélie a su lado, podían enfrentar cualquier desafío que viniera.

Peter y Amélie estaban sentados en la cama, envueltos en una conversación tranquila mientras miraban el techo de la habitación. Después de lo que parecía una eternidad, Amélie dejó escapar una pequeña risa nerviosa y dijo:

─ Peter... ¿Alguna vez pensaste en cuándo...? ─preguntó, acariciando suavemente su vientre. ─ O sea, cuándo... bueno, engendramos a este pequeñín.

Peter, que estaba apoyado en los cojines, levantó una ceja divertido y un tanto sorprendido por la pregunta. No lo había pensado hasta ese momento, pero ahora que Amélie lo mencionaba, una chispa de curiosidad surgió en su mente.

─ Ahora que lo dices... ─respondió, entrecerrando los ojos en concentración─. No lo sé... pero tiene que haber sido hace unos meses, ¿verdad?

Amélie asintió, y luego empezó a contar los días con los dedos, recordando ciertos momentos en su relación. Ambos comenzaron a hablar de los distintos días en los que estuvieron juntos de manera íntima, tratando de coincidir en fechas y eventos.

De repente, ambos se quedaron en silencio, y una mirada de complicidad cruzó entre ellos.

─ Espera un segundo... ─murmuró Peter, con una sonrisa que comenzaba a formarse en sus labios─. ¿Te acuerdas de aquella noche...? Cuando te llevé a volar por la ciudad y terminamos en el techo de ese edificio, mirando las estrellas...

Amélie lo miró fijamente, sus ojos agrandándose cuando la memoria le volvió como un torrente. La noche había sido mágica, con la ciudad iluminada bajo ellos y una sensación de libertad mientras Peter la había llevado por los cielos como Spider-Man. Después, las cosas se habían intensificado rápidamente, y...

─ No puede ser ─dijo Amélie, llevándose una mano a la boca mientras su rostro se llenaba de sorpresa y diversión al mismo tiempo─. ¿En serio fue esa noche?

Peter dejó escapar una risa incrédula, llevándose una mano a la cabeza.

─ ¡Fue esa noche! ─dijo, todavía sin poder creerlo. Luego, con una sonrisa algo traviesa, añadió─. Supongo que podríamos decir que nuestro bebé es producto de una "aventura en las alturas."

Amélie no pudo evitar reírse ante la broma, y se recostó en la cama, todavía en shock por lo que acababan de descubrir.

─ Eso es tan... típico de nosotros ─dijo ella entre risas, sacudiendo la cabeza. ─ Nunca pensé que el techo de un edificio fuera el lugar donde concebiríamos a nuestro hijo.

─ Bueno, al menos será una buena historia para contarle algún día ─respondió Peter, inclinándose hacia ella para besarla suavemente.

─ Claro, porque nada dice "romántico" como decir que fue en el techo de un edificio bajo las estrellas ─bromeó Amélie, todavía riendo suavemente.

Peter sonrió contra sus labios, luego se alejó un poco para mirarla directamente a los ojos.

─ Fue una de las noches más especiales que hemos tenido, y mira lo que salió de eso ─dijo, acariciando el vientre de Amélie con ternura─. Nuestro bebé es literalmente fruto de una aventura.

Amélie sonrió, colocando su mano sobre la de Peter en su vientre.

─ Una aventura que apenas comienza ─susurró ella, apoyando su frente contra la de él.

Ambos se quedaron en silencio por unos momentos, disfrutando del momento, con la certeza de que estaban a punto de comenzar una nueva etapa en sus vidas, llena de más aventuras... aunque esta vez, serían tres.

 aunque esta vez, serían tres

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ᴀ ᴛʀᴀᴠᴇs ᴅᴇ ʟᴀ ᴠᴇɴᴛᴀɴᴀ ᵖᵉᵗᵉʳ ᵖᵃʳᵏᵉʳ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora