Capítulo 26

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Amélie estaba de pie frente al espejo, frunciendo el ceño mientras intentaba cerrar unos jeans que claramente ya no le quedaban

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Amélie estaba de pie frente al espejo, frunciendo el ceño mientras intentaba cerrar unos jeans que claramente ya no le quedaban. Después de varios intentos, dejó escapar un gruñido de frustración y se quitó la prenda, tirándola sobre la cama.

─ ¡Nada me queda bien! ─exclamó, casi al borde de las lágrimas─. Todo lo que me pongo me aprieta o se ve horrible. ¡Odio esto!

Peter, que estaba sentado en la cama, observándola desde un rincón de la habitación, no pudo evitar sonreír ante la situación. Su novia, con el vientre cada vez más evidente, lucía hermosa a sus ojos, pero entendía que los cambios en su cuerpo no siempre le resultaban fáciles de aceptar.

─ Amor, te ves increíble, ¿sabes? ─dijo Peter suavemente, levantándose para acercarse a ella─. Es solo que el bebé está creciendo. Eso es algo bueno, ¿no crees?

Amélie lo miró por el espejo, con los ojos brillando de frustración.

─ Pero nada me queda. Me siento tan incómoda todo el tiempo. No quiero verme como una ballena.

Peter se colocó detrás de ella y, sin perder la sonrisa, deslizó sus manos sobre el vientre de Amélie, acariciándolo con ternura. Podía sentir cómo había crecido, y aunque sabía que para ella era un proceso complicado, para él era un recordatorio constante de que estaban formando una nueva vida juntos.

─ No te ves como una ballena, Amélie. Te ves hermosa, como siempre. Y sé que no es fácil, pero... estamos en esto juntos. Cada vez que miro tu barriga, solo pienso en lo afortunados que somos.

Amélie dejó escapar un suspiro mientras sentía el calor de las manos de Peter en su vientre.

─ No sé cómo puedes estar tan tranquilo con todo esto...

Peter soltó una pequeña risa y le besó el hombro suavemente.

─ Porque, aunque a veces las cosas parezcan difíciles, sé que valdrá la pena. Este bebé va a ser increíble. Y tú estás haciendo un trabajo maravilloso, incluso si sientes que nada te queda bien.

Amélie se dio la vuelta para mirarlo directamente. Aunque seguía molesta, la ternura en los ojos de Peter la calmaba poco a poco.

─ No sé qué haría sin ti, Peter.

─ Por suerte, no tendrás que descubrirlo. Estoy aquí para ti, para los dos ─respondió Peter, inclinándose para besarla suavemente.

Aunque Amélie seguía frustrada por su ropa, no pudo evitar sonreír un poco después del beso.

─ Supongo que voy a tener que ir de compras para ropa de maternidad, ¿eh?

─ Probablemente ─dijo Peter, sonriendo ampliamente─. Pero mientras tanto, puedo ayudarte a encontrar algo cómodo. Y te prometo que, sin importar lo que te pongas, siempre te verás hermosa para mí.

ᴀ ᴛʀᴀᴠᴇs ᴅᴇ ʟᴀ ᴠᴇɴᴛᴀɴᴀ ᵖᵉᵗᵉʳ ᵖᵃʳᵏᵉʳ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora