WOULD YOU KISS ME

26

Killy estaba sentada junto a la ventana del aula, mirando al vacío mientras el mundo seguía girando a su alrededor. Los estudiantes se apresuraban para llegar a clase, el bullicio típico de la universidad llenaba los pasillos, pero para ella todo se sentía distante. A través del cristal, veía cómo el cielo despejado de Seúl contrastaba con la tormenta que rugía en su interior. La imagen de Nicholas y aquella chica seguía en su mente, como una herida que no dejaba de abrirse.

De vez en cuando, sus ojos se nublaban, aunque se obligaba a mantener la compostura. No quería llorar, no aquí, no ahora. Pero el peso de la confusión y el desánimo estaba empezando a ser demasiado para soportar sola.

Mientras intentaba distraerse observando a los transeúntes, sus ojos se detuvieron en una escena fuera del aula. Allí estaban Eunmin y Jay. Eunmin se despidió de él con un beso suave en los labios, y Jay, como siempre, correspondió el gesto con una sonrisa traviesa, dándole un leve toque en el trasero antes de marcharse hacia su clase. Se veían tan felices, tan cómplices, que una punzada de envidia atravesó el corazón de Killy. ¿Por qué no podía tener algo así con Nicholas?

Mientras Jay se alejaba, Eunmin se dio cuenta de que Killy no estaba bien. No era difícil notarlo; su amiga llevaba toda la mañana con una expresión apagada, la energía que solía caracterizarla se había desvanecido. Decidida, Eunmin se despidió de Jay y caminó rápidamente hacia Killy.

-¿Killy?-preguntó Eunmin con suavidad al acercarse.

Antes de que Eunmin pudiera decir algo más, Killy se levantó de su asiento y, sin previo aviso, la abrazó con fuerza. Las lágrimas que había estado conteniendo finalmente se desbordaron, y Killy se aferró a Eunmin como si fuera su ancla en un mar tormentoso.

-No lo entiendo, Eunmin-dijo Killy entre sollozos-No entiendo lo que me está pasando con Nicholas... No entiendo nada.

Eunmin, sorprendida al principio por la repentina muestra de emoción, no tardó en abrazar a su amiga con ternura. Sabía que Killy no solía desmoronarse así, y que si lo estaba haciendo ahora, debía ser algo realmente serio.

-Tranquila, Killy. Estoy aquí, cuéntamelo todo-murmuró Eunmin, acariciando el cabello de su amiga, intentando calmarla.

Killy se tomó un momento para respirar profundamente, intentando recuperar algo de control sobre sus emociones. Se apartó ligeramente de Eunmin, limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano, pero la desesperación seguía grabada en su rostro.

-Lo vi esta mañana... Nicholas. Estaba con una chica. Era alta, rubia, y lo abrazó de una manera... tan íntima-dijo Killy, la voz quebrada-Y él la miraba con una sonrisa. No sé quién es, pero me hizo sentir... me hizo sentir como si no fuera suficiente para él. Como si estuviera perdiéndolo antes de siquiera tener la oportunidad de estar con él de verdad.

Eunmin escuchaba atentamente, sin interrumpir, dejándola desahogarse por completo.

-Y lo peor es que... él me vio. Me vio, Eunmin. Y yo lo evité. Me subí al autobús sin siquiera mirarlo bien, porque no podía enfrentarme a esa situación-Killy se llevó las manos al rostro, tratando de ocultar su angustia-¿Qué pasa si nunca me quiso? ¿Qué pasa si solo soy una más para él, alguien con quien entretenerse mientras está con otra?

Eunmin frunció el ceño ligeramente al escuchar eso. Sabía lo que Killy sentía por Nicholas, y le dolía verla tan herida por algo que quizás ni siquiera fuera lo que ella imaginaba. Pero también entendía ese miedo, la inseguridad que venía con los sentimientos no correspondidos.

-Killy, respira-le dijo con calma, mientras le agarraba las manos con firmeza-No saques conclusiones tan rápido. Puede que esa chica solo sea una amiga o alguien del pasado, no necesariamente lo que estás pensando. Nicholas ha mostrado interés en ti, lo sé. A veces los chicos son estúpidos y no se dan cuenta de cómo sus acciones afectan a las personas que les importan.