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La cafetería de la universidad estaba llena de estudiantes, todos ansiosos por el primer día de clases. La energía era palpable, con risas, charlas y planes , pero en la mesa de los chicos y sus respectivas novias, la atmósfera era diferente. 

Ocupaban su lugar habitual en un rincón estratégico, donde podían observar y ser observados. Sin embargo, a diferencia de otros años, algo había cambiado. Una tensión subyacente los envolvía, especialmente a los chicos, que se mantenían atentos, casi irritados, por las conversaciones que resonaban a su alrededor.

Normalmente, las mañanas en la universidad estaban llenas de rumores sobre ellos, sobre lo que habían hecho o con quiénes habían estado. Pero hoy, la atención parecía desviada. Los murmullos eran diferentes. No hablaban de ellos, sino de las nuevas chicas que habían llegado de otro país y que, para su disgusto, estaban comenzando a robarles protagonismo.

-¿Escuchaste que Jihyun dará una ruta por Ilja este fin de semana?-comentó un estudiante de segundo año a su amigo, mientras llevaba su bandeja con comida hasta su mesa.

-¿En serio? ¿Dónde se puede apuntar uno? ¡Quiero que me enseñe a montar a caballo!

Cada conversación que llegaba a sus oídos era un incordio. Todo lo que escuchaban era: "¿Sabes que Eunmin...? ¿Sabes que Nia...? ¿Sabes que Munhee...?" La paciencia del grupo comenzaba a agotarse.

-No entiendo, ¿qué tienen esas chicas? ¿Qué es lo que las hace tan especiales?-gruñó Heeseung, apartando a Karina de su regazo con un gesto brusco, irritado por los tiernos besos que ella intentaba darle en el cuello. 

Todo le parecía agobiante.

-No lo sé, pero cambiando de tema...-Sunoo miró directamente a Jay-Estás muy callado, Jay-shi, ¿te pasa algo?

-¿A mí?-Jay se señaló a sí mismo con el dedo índice, intentando desviar la atención-Nada, estoy dormido,aún no me acostumbro a levantarme a las seis de la mañana para coger un bus.

Sunghoon asintió, pero antes de que pudiera responder, una oleada de estudiantes entró por la puerta principal de la universidad. La multitud, formada por chicos y chicas, no dejaba de susurrar y saludar al grupo de jóvenes que acababa de llegar. Era un cambio evidente en el ambiente.

-Míralas... creyéndose Marilyn Monroe...-Jake cruzó los brazos, incapaz de apartar la mirada de Youngsoon, que caminaba con una seguridad innata, vestida con un chándal y una bolsa de deporte colgada despreocupadamente de su hombro. Su cabello oscuro con mechas rubias estaba cuidadosamente recogido en una coleta que caía hasta su pecho.

-Bueno, que se lo crean no significa que lo sean-murmuró Jungwon, antes de darse media vuelta y dirigirse hacia los lockers.

-¿Y esté a dónde va?

-La tensión del momento-dijo Sunoo elevando sus hombros con una expresión de  irrelevancia.

Con un movimiento decidido, Jungwon alcanzó el locker de Seo y la acorraló contra las frías taquillas, atrapándola con su cuerpo. Sus ojos, estrechados con una mezcla de ira y exigencia, esperaban una explicación. La cercanía entre ambos era palpable, y Seo, visiblemente incómoda, intentó mantener la calma.

-Buenos días, ¿puede la influencer responder a mis preguntas o tengo que pedir cita a tu mánager?-gruñó Jungwon, apretando su agarre en la muñeca de Seo, su voz impregnada de sarcasmo y tensión.

Seo sintió su espalda presionada contra las taquillas frías, la sensación metálica de las puertas vibrando suavemente con la fuerza del golpe que Jungwon había dado al acorralarla. Sus ojos, generalmente tranquilos, ahora reflejaban una mezcla de miedo e indignación mientras se enfrentaban a los de Jungwon, que brillaban con una intensidad poco habitual. 

WOULD YOU KISS MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora